Ha tocado el Gordo

La opinión del día: Somos muy dados en esta provincia a olvidar con facilidad. A subirnos al carro de la Primera sin pensar que somos una ciudad con sus limitaciones que serán ilimitadas en la medida que los mayores transmitan a las nuevas generaciones lo que somos.

El UD Almería es un club modesto y humilde al que le ha tocado la lotería y se adapta a su nueva situación de hombre pobre-hombre rico. Venimos de salvar los muebles en Lugo y de un equipo del hambre al que salvaron valientes como Ramis, Fran Fernández etc. etc. Aquí ha caído el gordo y lo saben bien el alcalde Pacheco y Alfonso García. Los más felices con Turki.

Vamos que si se marcha Turki no hay recambio y nos dará el fútbol garrotazo de esos que anunciaba el inolvidable Pepe Guijarro que está en los cielos. Cuidado con la historia que a veces se repite con toda su crudeza.

Generación Turki

Vamos a por el cuarto proyecto de Turki en el UD Almería y toca la Primera División con todo lo bueno que tiene para el club y para la provincia: todo positivo.

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Hay cola para abonarse y locura en los más jóvenes por ser del UD Almería como sea. Se está creando una Generación Turki que nos dará mucho en el tiempo. Lo principal, el campo lleno. Hay que mimarla y recordarle de vez en cuando que también comíamos mortadela.

Sin complejos

Vamos a saborear los mejores platos con un equipo que busca pasar por la Primera con más gloria que pena y sin dar muchos disgustos a su afición. Le podemos ganar al Real Madrid y al Barça porque no hay complejo.

Vamos a tenerlo todo sin limitaciones. Una plantilla con más de un jugador por puesto y un mercado invernal para rectificar los errores porque la Primera es muy exigente. Valientes porque Turki está detrás de todo.

Reflexión

Pero será tarea de los mayores recordar a los que llegan que el fútbol (decía Juan Rojas) es cíclico y en esta tierra los ciclos malos vuelven con relativa facilidad porque dependemos de un presidente y de su estado de ánimo o de su economía.

El UD Almería del hambre es de ayer y no de otra época. Lo podemos tocar con las manos y en la medida que se le conozca evitaremos que se repita, que vuelva, y nos pegue “un garrotazo” de esos que decía Pepe Guijarro. Si levantara la cabeza el mítico presidente y viera un Almería rico se apuntaría a la fiesta sin complejos.

Tengo claro que aquí ha caído el Gordo de la lotería.

¡Viva la generación Turki!