Un nuevo estudio revela que en La Rábida de Palos de la Frontera (Huelva) las emisiones de arsénico supera los niveles establecidos por la normativa europea

Huelva

La investigación se centra en las partículas que están suspendidas en el aire que respiramos y también en su composición química. El estudio revela que existe una contribución clara de la actividad industrial en el entorno de la Ría de Huelva y señala a la industria de la fundición de cobre como la principal fuente emisora de metales. La doctora María Millán asegura que es "especialmente preocupante" la concentración de arsénico, un metal cancerígeno. Reconoce que desde el año 2001 ha habido un fuerte descenso de las emisiones de este metal. Y añade que, aún así, está dentro de los niveles permitidos por la legislación vigente en lo que al entorno urbano de Huelva se refiere.

No ocurre lo mismo en otro punto crítico respecto a la calidad del aire en la provincia como es el entorno de La Rábida en Palos de la Frontera (Huelva) donde las emisiones de arsénico llegan a superar los niveles establecidos por la normativa europea. A esto hay que añadir, según la investigación de Millán, picos de SO2 que sumados a la manipulación de los graneles en la zona portuaria generan emisiones que también contribuyen a las concentraciones de arsénico. El arsénico, explica la investigadora de la Universidad de Huelva, es un metaloide tóxico que expuesto a niveles elevados aumentan su capacidad de penetración en el organismo y es cancerígeno.

Sobre la denominada calima, que son intrusiones subsaharianas procedentes del norte de África y muy frecuentes en el suroeste peninsular, la investigación revela que pueden producir un arrastre de las emisiones industriales a la ciudad de Huelva empeorando la calidad del aire que respiramos, lo que afecta muy especialmente a la población más vulnerable. Recomienda la doctora, que en días así se evite salir a la calle o hacer deporte porque cuando estas intrusiones ocurren hacen que disminuya la denominada "capa límite" originando la concentración de contaminantes locales ya sean procedentes del trafico o de la actividad industrial. La consecuencia de esta situación es un empeoramiento de la calidad del aire por aumento de partículas y metales tóxicos.

Por último, el estudio de la doctora María Millán evalúa lo que ocurrió durante la Covid-19 con los metales en el aire. El resultado es que las emisiones procedentes del tráfico se redujeron en más de la mitad, mientras que en lo concerniente a la actividad industrial la situación cambia. En el caso de Huelva se observó que la industria de fundición tuvo una disminución pero no tan drásticas como la que se produjo en las emisiones del tráfico. En ambos casos, disminuciones que achaca a las medidas estrictas del confinamiento.

María Millán es Doctora por la Universidad de Huelva y especialista en Contaminación Atmosférica. Ha realizado su investigación en el grupo de Contaminación Atmosférica de la Onubense y presentó su tesis doctoral esta misma semana bajo el título: Contribución de fuentes de material particulado atmosférico en zonas industriales complejas. La tesis está avalada por tres trabajos científicos de primer nivel.

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