Una residencia de la UCA ofrece en verano como apartamentos turísticos viviendas de protección oficial

Cádiz

La Residencia Universitaria Internacional La Caleta, junto la calle de la Palma de Cádiz, en pleno barrio de la Viña y con vistas a la playa, ofrece cada verano como apartamentos turísticos los pisos que se quedan vacíos en verano por las vacaciones de los estudiantes., a pesar de que tienen régimen de vivienda de protección oficial (VPO). Así consta en la web de la FUECA, que es la entidad privada, a la que la Universidad de Cádiz, dueña y promotora del edificio, encomendó la gestión de esta residencia desde septiembre de 2007. Este edificio fue construido con fondos del III Plan Andaluz de Vivienda y Suelo de la Junta de Andalucía y el convenio firmado entre la UCA y la entonces Consejería de Obras Públicas dejaba por escrito que esas viviendas solo podrían ser usadas por estudiantes desplazados, que eran seleccionados bajo criterios económicos, con una finalidad social.

La Residencia La Caleta es un edificio de la Universidad de Cádiz con 18 viviendas y locales anexos que tiene entrada por calle Ángel. Se inauguró en noviembre de 2007. Cuenta con viviendas de dos a cuatro habitaciones.

Las viviendas de la residencia tienen régimen protección oficial desde 2008, con una vigencia de 30 años. Esta catalogación condiciona los precios máximos de venta y renta, obliga a visar todos los alquileres por parte de la Junta de Andalucía y establece una serie de condiciones que deben cumplir los arrendatarios.

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En el convenio que firmaron en 2001 la Universidad de Cádiz y la Empresa Pública de Suelo de Andalucía para hacer realidad la construcción de esta residencia se estableció en su punto noveno que "el proceso de adjudicación de las viviendas se realizará por la Universidad (...) los arrendatarios deberán cumplir los condicionantes legales contenidos en el decreto 166/99 y en la normativa concordante y de desarrollo que sea de aplicación al régimen autonómico de promotores públicos en alquiler". En ese mismo punto, se establecía que la UCA debía solicitar el visado de cada uno de los contratos de arrendamiento para certificar su validez.

Lo que no se refleja en ninguno de estos acuerdos, y sí se ha hecho, es dar un uso extra a la residencia durante el verano, aprovechando que algunas viviendas quedan vacías por ausencia de estudiantes. La FUECA mantiene en su web publicada la oferta dirigida a personal docente e investigador y personal de administración de la Universidad de Cádiz para que pueda hacer uso de estas viviendas durante el verano. Los precios oscilan desde los 675 euros de un piso sin terraza en julio, hasta los 968 de una vivienda con cuatro dormitorios durante el mes de agosto. En el reparto de estas viviendas durante las vacaciones no se impone, como debería hacerse para una VPO, ningún criterio económico en la selección del arrendatario. Según consta en esta web, la adjudicación de los pisos con fines turísticos se hace por riguroso orden de presentación de solicitudes. Estos contratos, a pesar de lo que marcaba el convenio con la Junta, no han sido visados por la Consejería.

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Fuentes de la Universidad de Cádiz han restado importancia a estos hechos al considerar que el uso social de la residencia está garantizado durante el resto del curso. Estas fuentes recuerdan que no es la UCA sino la FUECA la que gestiona la Residencia. No le consta a la UCA un uso de este inmueble como apartamentos turísticos, sino como alojamiento veraniego para docentes, investigadores y personal de administración de la Universidad, siempre que durante el verano las viviendas se queden vacías de estudiantes. Ponen como ejemplo que este verano permanecen residiendo allí estudiantes de Ucrania y Costa de Marfil. Solo el resto de viviendas, al quedar vacías, son las que se ofrecen a trabajadores o personas vinculadas a la UCA. Y remarcan que este uso para trabajadores de la UCA se limita a los meses vacacionales.

Existe una comisión mixta entre la UCA y la FUECA para abordar el funcionamiento de esta residencia que, según varias fuentes consultadas por la SER, lleva tiempo sin reunirse y no ha abordado este uso turístico de las viviendas durante el verano.