La sequía permite una nueva investigación arqueológica en el yacimiento íbero de Sierra Boyera
El Ayuntamiento de Belmez y los responsables de la excavación ofrecen visitas explicativas a unos restos del siglo VII a.C.
Córdoba
Los años de sequía prolongada que arrastra la cuenca hidrográfica del río Guadalquivir muestran ahora su peor cara con los embalses de la provincia en una situación de escasez no vista desde los años noventa. Son estos bajos niveles de agua los que están haciendo aflorar parte de la historia de territorios antes inundados, sea de forma natural o por acción del hombre.
La bajada de la cota de agua ya deja ver en el Danubio, uno de los ríos más grandes de Europa, restos de buques alemanes hundidos durante la II Guerra Mundial. Y algo parecido ha ocurrido en el término municipal de Belmez (Córdoba), bañado por el embalse de Sierra Boyera, que a día de hoy se encuentra apenas al 12 % de su capacidad.
El nivel del agua se ha reducido de forma tan considerable que ha permitido ampliar una investigación arqueológica que iniciaron en el año 2018 científicos de la Universidad de Granada. Entonces, salió a la luz un yacimiento íbero que data de finales del siglo VII a.C. que fue descubierto por los propios vecinos del municipio cordobés.
Ahora, en un pantano con aspecto casi desértico, los arqueólogos siguen investigando sobre el hallazgo e incluso se están organizando visitas guiadas cada jueves, "que por el momento están siendo un éxito rotundo", según ha manifestado a La SER el responsable de la excavación, Pablo González.
Entrevista con Pablo González, arqueólogo responsable de la excavación en el yacimiento íbero Oppidum de Belmez
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El investigador concreta que "es el momento perfecto para realizar catas en este yacimiento, pues debido a los elementos de erosión, que van eliminando capas de tierra, nos encontrábamos en un 'punto de no retorno' respecto a la posible pérdida de información". "En pocos años, el yacimiento lo formarán objetos principalmente cerámicos que no nos dirán nada, porque en arqueología, el objeto sin el sustrato solo tiene valor como elemento de colección", sentencia.
Corte geológico tras corte geológico, las pesquisas han logrado reconstruir parte de una historia hasta ahora soterrada por el agua que abastece al Norte de la provincia. De hecho, se cree que el asentamiento tiene un híbrido de influencias del mundo íbero y el tartesio, pues se ha localizado un objeto de oro similar a los encontrados en el Tesoro de El Carambolo, localizado en Camas (Sevilla).
Los restos incluyen también un horno cerámico de tradición fenicia, figuras de bronce o un molino rotatorio de más de cuatrocientos kilogramos de peso. Aunque Pablo González matiza que "todavía falta mucho trabajo de laboratorio para encajar todas las piezas del puzle", las investigaciones han podido acreditar incluso un abandono temporal del asentamiento, gracias a capas de ceniza analizadas y una ocupación temporal posterior coincidente con las segundas Guerras Púnicas.
Álvaro Guerrero Jiménez
Redactor y editor en los servicios informativos de la Cadena SER en Córdoba. Previamente ha trabajado...