Se seca Santa Olalla, la laguna de Doñana que siempre tenía agua
La sequía y la sobreexplotación son dos de la causas que han provocado que Santa Olalla se seque. Un informe de 1998 ya advertía del riesgo de desaparición de las lagunas en Doñana.

La laguna de Santa Olalla, la laguna permanente más grande de Doñana y la última que ha mantenido agua en agosto, ha terminado por secarse completamente.(EFE)

Huelva
La laguna de Santa Olalla, la laguna permanente más grande de Doñana y la última que ha mantenido agua en agosto, ha terminado por secarse completamente, debido a un intenso periodo de sequía y la sobreexplotación del acuífero por el complejo turístico onubense de Matalascañas, que ha agravado la situación en Doñana.
Según la Estación Biológica de Doñana, la laguna ha quedado reducida a un pequeño charco en el centro, donde ya ni siquiera acuden las aves acuáticas. Es la tercera vez que se seca desde que existen registros. Las anteriores fueron en 1983 y 1995.
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Doñana es históricamente un refugio para la fauna y cuenta con un importante sistema de lagunas, de la que solo unas pocas se mantienen con agua todo el verano, sirviendo como refugio a las primeras aves que migran al sur tras criar en el norte de Europa y, además, constituyen los hábitats de un buen número de especies de flora y fauna estrictamente acuáticas.
En verano los arrozales también ofrecen un importante refugio, pero las cosas han cambiado “y a Doñana ya no le quedan lagunas permanentes, mientras que la superficie de arrozal plantado este año es una tercera parte de la normal debido a la falta de agua”, explica Eloy Revilla, director de la Estación Biológica de Doñana-CSIC.
Revilla añade que la sequía que está sufriendo Europa, especialmente intensa en la península ibérica, está haciendo estragos en el espacio natural, pero lo más preocupante es que esto viene de lejos, puesto que hace ya años que no llueve de manera normal: “Doñana lleva diez años consecutivos con niveles de precipitación inferiores a la media”, comenta Revilla.
Las zonas húmedas y las especies que dependen de ellas, como las aves acuáticas, se ven especialmente afectadas y se ven obligadas a desplazarse en busca de las áreas que mantienen agua disponible en los momentos más duros de la sequía.
Una Reserva de la Biosfera que se queda sin lagunas permanentes
La laguna de Santa Olalla es la única que se mantenía con agua permanente de todas las lagunas que se forman a sotavento del cordón de dunas que separa la marisma del Océano Atlántico.
Su origen está en las descargas de agua del acuífero de Doñana en esta zona, que genera una explosión de vida.
Estos y otros valores naturales han hecho que Doñana tenga la consideración de Parque Nacional y Reserva de la Biosfera, pero la continua explotación del acuífero por parte de la agricultura intensiva y de las extracciones para consumo humano, también en años tan secos como este, hace que no solo las lagunas temporales hayan desaparecido de Doñana, sino que también las permanentes estén amenazadas.
Ante esta grave situación en la que se encuentra la laguna de Santa Olalla, el director de la Estación Biológica de Doñana-CSIC pide que se aceleren las medidas para eliminar las captaciones de aguas subterráneas de Matalascañas, y que, mientras tanto, se impongan restricciones al uso del agua en la urbanización, al menos en años en los que las lagunas se encuentran en situaciones tan extremas como este.
“No puede ser que mientras se sigue regando el césped en Matalascañas, las lagunas de Doñana se sequen completamente”, concluye.

El aviso de 1998
Un informe de 1998 elaborado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) ya advertía del peligro de desaparición de las lagunas de Doñana, como la del Brezo, situada junto a Matalascañas, donde está la laguna permanente de Santa Olalla que ahora también se ha secado.
Para Juanjo Carmona, coordinador de la Oficina de WWF en Doñana, se han perdido muchos años "entre excusas y negativas" y es hora de "medidas urgentes e inmediatas". Explica Carmona que durante generaciones, el acuífero de Doñana ha mantenido lagunas, poblaciones y economía, "pero nuestra sinrazón nos ha llevado a explotarlo fuera de los límites de lo sostenible". "Aún así, hay administraciones perdiendo más tiempo en justificaciones que en poner en marcha soluciones urgentes", sostiene el coordinador en Doñana de WWF.
Carmona se refiere a la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea del 24 de junio de 2021 relativa a la falta de protección de los humedales de Doñana
“No hay tiempo que esperar ni más excusas que poner”, ha concluido Juanjo Carmona.

RAFA PANADERO




