A la tercera fue la vencida. El “Cascamorras de la sonrisa”, José Antonio Escudero, por fin pudo presentarse en Baza este 6 de septiembre para volver a demostrar sus cualidades como buen Cascamorras. Era la cuarta vez que encarnaba el papel de Juan Pedernal en esta fiesta declarada de Interés Turístico Internacional, por lo que nada le cogió por sorpresa. La veteranía aquí también es un grado. Escudero supo desde el principio marcar los tiempos de la carrera. A las seis en punto de la tarde el tercer cohete marcó el comienzo de una carrera histórica, no solo por el hecho de recuperar la normalidad de esta fiesta después de la pandemia, sino porque la participación dentro y fuera del recorrido volvió a ser multitudinaria. Los organizadores estiman que este año unas 10.000 personas han formado parte de la carrera junto a Cascamorras. Desde el paraje de Las Arrodeas, en la parte alta de la ciudad bastetana, hasta el templo de la Merced, ya en el centro urbano, la animación y la presencia de participantes ha sido masiva por todas las calles del recorrido. “La ilusión y las ganas por recuperar esta tradición se han notado muchísimo a lo largo de todo el trazado”, como ha reconocido el propio Cascamorras de 2022 al término de la carrera. Para esta ocasión, el Ayuntamiento de Baza preparó más de 2.000 kilos de pintura negra ecológica distribuidos en nueve bidones que se colocaron en los primeros tramos del recorrido. Además, este año se reforzó el dispositivo de control y seguridad con un puesto de mando avanzado compuesto por 12 personas del Grupo de Emergencia de Andalucía. A las dotaciones de la Policía Nacional se sumó la casi totalidad de la plantilla de la Policía Local de Baza y refuerzos de Protección Civil que llegaron de diferentes puntos de la provincia de Granada. A esto se ha añadido un dispositivo especial de limpieza y otro sanitario compuesto por seis ambulancias y dotación médica en diferentes puntos de la carrera. Cascamorras no pudo llegar sin mancharse al templo de la Merced para llevarse a Guadix la Virgen de la Piedad. El viernes 9 de septiembre volverá a la ciudad accitana para ser recibido por sus paisanos sin haber cumplido con éxito la difícil encomienda otro año más. La fiesta continúa.