Primera victoria con sufrimiento extremo

Sevilla

El Sevilla consiguió su primera victoria cuando más falta le hacía. Al equipo y a su entrenador, que hubiese sido cesado con otro resultado. Es más, si con la alineación inicial no hubiese ganado (Carmona y Kike Salas en el once), el despido hubiese sido fulminante. No se han solucionado todos los problemas, ni mucho menos, pero, a veces, una victoria cambia la dinámica... o no.

El equipo sevillista se adelantó en el primer minuto de juego. Asistencia de José Ángel Carmona y gol de Lamela. El encuentro estuvo de cara durante toda la primera parte, hasta el último minuto. En primer lugar, el Sevilla aguantó el ataque de un Espanyol espoleado. Después, Carmona apareció dos veces en el área para poner la distancia en el marcador que fue definitiva. Un rechace del portero y un error de Cabrera fueron aprovechados por el canterano para meter el pie y hacer sus dos goles. Sin embargo, un penalti muy riguroso -el balón roza el brazo de Acuña que estaba de espaldas-, en el último minuto de la primera mitad, le dio a Joselu la oportunidad de marcar y meter en el partido al equipo local. Con las dudas del Sevilla, mal asunto.

De hecho, con los de Lopetegui escasos de fuerza, Braithwaite hizo el segundo, en un error de la defensa y de Bono. Para colmo, Lamela encontró la segunda amarilla en una entrada alocada. Error claro de Lopetegui, que debió sustituir al argentino. Cambios para defender con uñas y dientes, Isco como oasis de calidad -detalles extraordinarios- y primera victoria con dos sustos en los balones aéreos que rozaron el poste de la portería de Bono.

Así consiguió el Sevilla su primera victoria. Aún no se sabe si será un punto de inflexión o alargar la agonía. Tampoco va a acabar el debate, ni mucho menos, sobre el cambio de entrenador. Sin embargo, todas estas cuestiones se llevan mejor con tres puntos más.