El pantano 'muerto' de la Viñuela alcanza el nivel más bajo de agua

El embalse de la Viñuela, en la comarca malagueña de la Axarquía, ha alcanza la cota de agua más baja. Este domingo, el nivel de reservas almacenadas es del 10,9% de su capacidad total con 17 hectómetros cúbicos. Por debajo del 11% del nivel de agua se considera un pantano 'muerto'. En general, los pantanos de la provincia de Málaga se encuentran, a día de hoy, al 40% de sus posibilidades con 251 hectómetros cúbicos de agua almacenada. Los embalses del Guadalhorce y Conde del Guadalhorce se encuentran a un tercio de sus niveles máximas de almacenamiento. La mejor situación, tal como reflejan los datos recogido por la Red Hidrosur de la Junta de Andalucía, los presentan los pantanos de La Concepción, en Marbella, al 67% de su nivel de reservas, y del Guadalteba que igualmente se encuentra al 67%.

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De momento, no hay previsto llevar a cabo restricciones de agua a la población. La Junta de Andalucía asegura que estudiará "medidas concretas" con el inicio del nuevo año hidrológico que comenzará en el mes de octubre. Pendiente, por tanto, de las posibles lluvias que se pueden registrar en la provincia de Málaga a lo largo de este mes de septiembre tras un último año absolutamente seco.

El nivel de embalse 'muerto' expresa el nivel mínimo que puede alcanzar la infraestructura y coincide con el nivel mínimo de la toma situada en la menor cota. Se trata de un estadio en que es imposible hacer "operaciones" de salida del agua porque el nivel es tan extremadamente bajo que no hay posibilidad de evacuación. Podríamos afirmar que se trata del estadio previo a secarse completamente un pantano, momento en que queda totalmente vacío y el agua almacenada es inexistente.

La clasificación de la capacidad almacenada en función de la altura del agua deriva a otro tipo de "ranking": los volúmenes característicos de un embalse. De hecho, existe el llamado "volumen muerto" que está ubicado por debajo del nivel muerto del embalse (NME) y es un verdadero sumidero de sedimentos durante la vida útil del embalse.

También existen dos "volúmenes" más: el útil y el de laminación. El primero se encuentra entre el nivel mínimo de operación del embalse (NMOE) y el nivel de aguas normales (NNE); mientras que el segundo se utiliza para reducir y regular el caudal vertido en las crecidas, hecho que apacigua y reduce los daños aguas abajo.

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El proyecto en Málaga que ayuda a controlar el consumo de agua

Las altas temperaturas de todo el verano y la escasez de precipitaciones han puesto en alerta a media España por culpa de la sequía. Andalucía es uno de los puntos más castigados y la repercusión tanto medioambiental como económica ya ha puesto en alerta a administraciones públicas y empresas. A la espera de nuevas medidas, ya hay expertos en el sector tecnológico que señalan alguna de sus soluciones como posible mecanismo para reducir el impacto de este tipo de fenómenos.

Sin ir más lejos, en Andalucía ya hay proyectos que reflejan el poder de la monitorización. Recientemente, la ciudad de Málaga ha puesto en funcionamiento un piloto por el cual se controla el funcionamiento de los contadores de 8.000 hogares con personas de la tercera edad o dependientes. Mediante este sistema, la administración podrá detectar comportamientos inusuales como aquellos hogares de residencia habitual donde no se consuma nada de agua durante mucho tiempo o, por el contrario, donde el aumento del consumo pueda alertar de algún accidente de la persona residente.

“Este tipo de monitorización podría usarse, en caso de extender este tipo de sistemas, para conocer cómo está siendo el consumo generalizado de agua en determinados meses y así anticipar algunas medidas en caso de que se prevea algún momento de sequía durante el año”, subraya Sancho Lerena, CEO de la empresa española Pandora FMS que monitoriza sistemas en empresas como Rakuten, EMT o Repsol.

Más allá de Málaga, en plena era digital, son numerosas las ciudades que apuestan por el respaldo tecnológico para mejorar la gestión de sus recursos. Y en lo que respecta al área medioambiental este tipo de sistemas también son válidos. La monitorización, uno de los más comunes en las empresas, puede servir de escudo ante catástrofes como la que asola las tierras andaluzas. “Es el futuro de las ciudades”, reconocen desde Pandora FMS, empresa española referencia en monitorización.

Otro de los casos, puramente orientado al control medioambiental, se está dando en el CSIC. El organismo ha puesto en funcionamiento un sistema de monitorización que analiza la sequía meteorológica de todo el territorio nacional, dando más datos a los expertos para anticipar los fenómenos de los próximos meses.

“El monitor de sequía meteorológica aporta información en tiempo real a partir de las estaciones meteorológicas automáticas de la Red de AEMET y del SIAR. La información se actualiza cuatro veces cada mes y se puede consultar el estado de la sequía meteorológica a partir de dos índices climáticos”, indican concretamente en el CSIC.

“Los sistemas de monitorización mejoran la efectividad de cualquier plantilla de trabajadores. Y, por lo tanto, la gestión de los recursos que se tienen. Monitorizar con la tecnología actual cómo es el descenso de los embalses, el nivel de precipitaciones comparado con las cifras habituales de la sequía o incluso conocer si está aumentando notablemente el consumo de agua en los domicilios puede ayudar a anticiparse a escenarios como el de la sequía actual”, indica Sancho Lerena, CEO de la compañía que trabaja con gigantes como Rakuten o Repsol.

Este tipo de mecanismos son cada vez más comunes. Si bien en el mundo empresarial suele ser más habitual, también las administraciones se están adaptando. Según datos de la empresa española, en el sector retail se consigue reducir un 30% la carga de trabajo con este tipo de sistemas. Y, en lo que respecta a la gestión de la administración pública, la monitorización puede llegar a triplicar la velocidad de respuesta a la atención ciudadana como en Madrid Digital.

“La monitorización será fundamental para las conocidas como Smart Cities, que dentro de unos años serán el objetivo de toda capital o ciudad con focos empresariales en todo el mundo”, reconoce Lerena. “Sin embargo, la tecnología también se debe implantar en áreas rurales o en ámbitos como el medioambiental, en este caso la sequía”.

Una sequía histórica

Andalucía ya ha calificado 2022 como uno de los periodos más secos de los últimos 50 años. De hecho, un medidor de cómo está afectando al medioambiente es el del número de aves. Unas cifras que desde la Junta sitúan como la peor entre las aves acuáticas de los últimos 40 años analizando la situación de Doñana.

Además, embalses de referencia como el de La Viñuela, en Málaga, se encuentran al 11%, es decir, por debajo del umbral de lo que se considera embalses muertos (nivel de agua que no se puede utilizar).

Esta situación, a su vez, está deparando en un golpe económico. Según las previsiones, este 2022 se producirá un 50% menos de aceite. En 2021 fueron más de 1 millón de toneladas, mientras que en este año se prevén poco más de 500.000 en lo que puede suponer el peor año en la última década.