"Fueron cuarenta minutos de mucha angustia, sólo sabía preguntar si estaba vivo"

El tiempo se detuvo para los aficionados cadistas. No importaba lo que había pasado en el césped. Nada tenía sentido cuando cuando la afición amarilla empezó a mirar a la grada de Fondo Sur. Un aficionado cadista se había desvanecido, el susto fue tremendo, por suerte sólo susto, pero durante más de cuarenta minutos los aficionados amarillos cruzaban los dedos para que todo saliera bien.

Sin duda, a quien más largo se le hizo ese tiempo fue a su hija. Silvia Zumaquero, que atendía la llamada de Radio Cádiz y contaba en SER Deportivos cómo vivió ese interminable momento. "Yo estaba viendo el partido y estábamos charlando sobre el partido, luego miré al campo para seguir viendo el partido y sentí que alguien me llamó y avisaron que estaba dándole un infarto. Salí corriendo y bajó la policía. Fueron cuarenta minutos de mucha angustia, yo sólo sabía que lo estaban reanimando, lo único que podía preguntar era que si estaba vivo".

una de las personas que atendió a Antonio fue Cristian Cornejo, un abonado del Cádiz, enfermero, que narra cómo fue el momento. "Me avisa el corazón, empiezo a escuchar gritos de auxilio, llamar a la Cruz Roja y veo que algo pasa. no sabía que era, pero la gente me dejó paso y me llevaron hasta donde estaba el señor. Me encontré una parada cardiaca. Antes de los masajes le sacamos la lengua porque se la estaba tragando, vino una chica enfermera y me ayudaron en la intervención. Desde mi punto de vista la Cruz Roja carecía algunos medios. Cuando llegó el 061 ya nos facilitaron mucho más material, para poder ponerle una vía y suministrarle adrenalina y otros medicamentos. También fue clave la aparición del cardiólogo que vino desde otra grada y nos indicó qué teníamos que hacer en todo momento, él nos ayudó y nos dio aliento para que siguiéramos. Habían quien lo daba por perdido, pero la persistencia fue lo que logró salvarlo".

Cristian también cuenta que "l comportamiento fue espectacular por parte de todos. Los que podían ayudar lo hicieron y los que no también lo hicieron guardando silencio o apartándose para dejarnos trabajar. En este tipo de situaciones la mejor manera de ayudar es sin molestar".

por último Silvia espera que "ojalá pronto podamos estar de nuevo en el estadio. Estoy abrumada por los mensajes que estoy recibiendo. He hablando con el presidente del Cádiz, con el del Barcelona, con Ledesma y Jose Mari, todos se han preocupado por el estado de mi padre y me quedo con lo bueno. Muchas personas me han dicho que si esto le pasa en casa posiblemente no habría tenido el mismo final".