Ocio y cultura

María Reig: "La palabra libertad tiene algo de hechizo"

La escritora presenta en Cádiz "Los mil nombres de la libertad", su nueva novela en la España tras el Doce

Entrevista a María Reig

Cádiz

La escritora María Reig (Barcelona, 1992) está estos días en Andalucía promocionando su nuevo libro que acaba de salir a la venta, Los mil nombres de la libertad (Suma de Letras). Es un libro en el que Cádiz tiene un papel destacado ya que se enmarca en los primeros años del siglo XIX, cuando la bahía gaditana acogió las Cortes y aquí se definió gran parte de lo que sucedería en España. Reig, considerada uno de los grandes nuevos valores de la novela histórica en España, viene arropada por una gran editorial tras haberse iniciado en la autoedición, con el apoyo de mecenas, y brillar desde el primer momento, lo que llamó la atención de las grandes editoriales.

Pregunta. La novela tienes tres protagonistas, dos hombres y una mujer, pero también Cádiz es un personaje muy importante en la trama.

Respuesta. Exactamente. Cádiz no solo está presente como escenario. Es un contexto muy importante de todo lo que se va cuajando en esos primeros años del siglo XIX, todo lo que ocurre durante la Guerra de la Independencia, e ideas que se ponen sobre la mesa y que van a tener tanta influencia no solo en el siglo XIX, sino en las democracias actuales.

P. Pasaron muchas cosas importantes en aquel Cádiz del Doce, aunque la novela arranca tres años más tarde, en 1815, cuando una mujer, Inés de Villalta, viaja de Tenerife a la península, y cuando dos hombres, Modesto y Alonso, se encuentran en Cádiz. Es una ciudad que, solo tres años después, ha perdido gran parte del esplendor que tenía. ¿Tan pronto se deshizo ese esplendor que trajo el constitucionalismo a Cádiz?

R. Lo cierto es que sí. Hay que tener en cuenta que cuando Fernando VII regresa a España en 1814, después de todos esos años alejado, en una especie de cautiverio en Francia, borra todo lo que ha ocurrido durante esos años y lo hace a golpe de represión. Intenta que todo lo que se ha planteado como los cafés, como el Apolo que se llegó a conocer como "Las cortes chicas", o las cabeceras de periódicos, desaparezcan. No lo termina de conseguir. Así que lo se construyó en Cádiz no termina de desaparecer. Permanece, pero de forma clandestina.

María Reig, en los estudios de la SER en Radio Sevilla

María Reig, en los estudios de la SER en Radio Sevilla / Cadena SER

P. La vida de los tres personajes principales, Inés, Modesto y Alonso, acaban entrelazadas en una ficción sobre unos episodios históricos reales. ¿Cómo surgió su interés por retratar esta época?

R. El punto de partida fue la época. Es un período que siempre me ha llamado la atención, tanto cuando lo he estudiado en mi etapa académica, en el colegio o en la Universidad, como después al leer algunas de mis novelas favoritas, como Guerra y Paz, u Orgullo y Prejuicio. Es una época que siempre me ha llamado la atención, y cuando empecé a documentarme, confirmé mis sospechas de que la realidad supera la ficción. Poco a poco, esos personajes, de los que tenía alguna pincelada previa, jugar con varios protagonistas, se fueron construyendo. La aventura que vive Inés, los retos a los que se enfrenta, la gente a la que conoce, el pasado de Alonso, el encargo que recibe o las aspiraciones de Modesto, sin duda, se construyen buceando en esta época y todo lo que hubo en cuanto a ingredientes políticos, todos esos tejemanejes cortesanos, y todo lo que pasa a nivel social.

P. El título hace mención a los mil nombres de la libertad. Precisamente, es esta época en la que empieza a definirse en España lo que es o debe ser libertad, aunque no deja de ser un concepto bastante subjetivo.

R. La palabra libertad es una de las más debatidas. No solo en el siglo XIX, sino también en nuestros días. Es una palabra que tiene algo de hechizo, nos llama la atención, es algo anhelado, pero es también altamente subjetivo. En el libro se ve que hay una definición dispar sobre la posición política y las circunstancias de vida que tienen los personajes. No es lo mismo para una persona que pertenezca a las clases más acaudaladas, que para una persona de origen modesto, para la cual la libertad puede estar más aterrizada en el día a día.

P. Usted ha elegido como protagonista de la novela a una mujer, Inés de Villalta, en una época en la que la mujer, a pesar de los avances que trajo la Constitución, no fue nunca considerada ciudadana de pleno derecho. ¿Cómo ha sido adentrarse en la personalidad de una mujer como ella?

R. Para mí escribir personajes femeninos es un reto. Por un lado te ayuda a desentrañar cuál era el papel de las mujeres, cuáles eran sus posibilidades y ambiciones. Las mujeres, a pesar de que formalmente no formaban parte de unas estructuras sociales, sin duda, eran seres humanos con sueños, opiniones e ímpetu por conseguir lo que podían, según sus circunstancias. En todo momento, he intentado aterrizar el personaje de Inés en su contexto y su momento. Esto, al final, tiene una dificultad porque, en ese momento, la mujer apenas tenía derechos, estaba muy condicionada. Al acompañarla, al final, tienes muchas líneas rojas, que tienes que ir respetando para ir acorde con su tiempo, pero, en esas líneas rojas, puedes plantear una mujer valiente que lo quiere dar todo por su familia, que se va descubriendo a sí misma y que afronta desafíos. Al final va evolucionando y desarrollando su vida, que, para eso, no necesita el permiso de nadie.

Portada de "Los mil nombres de la libertad", de María Reig

Portada de "Los mil nombres de la libertad", de María Reig / Suma Editorial

P. ¿Cómo ha sido el proceso de documentación para esta novela?

R. El proceso de documentación ha sido muy gustoso. Es una época de la que existen numerosos documentos y numerosas fuentes. No había carestía de datos. La mayor dificultad ha sido ver los condicionantes de cada fuente, comprender su subjetividad. Ha sido muy interesante. He leído muchas crónicas de la época, me he zambullido en libros de Historia de manual de cátedra, mapas del Instituto Geográfico Nacional, la biblioteca virtual de Defensa, las colecciones de moda, el museo del traje... Todo eso ha ido nutriendo mi conocimiento. Después también he podido ir a la Biblioteca Nacional o el Archivo General de Palacio, donde he podido consultar uno de los archivos más interesantes como los documentos reservados de Fernando VII. Ha sido un compendio de todo ello, muy enriquecedor. He aprendido muchísimo.

P. Llega a Cádiz con su tercera novela, arropada con un gran grupo editorial. La primera la sacó autoeditada ayudada por mecenas. ¿Cómo ha vivido esta evolución?

R. Intento no pensarlo. Cuando empiezo una nueva novela, vuelvo a la casilla de salida. Al final, en cada novela te tiene que ganar la confianza del lector. La parte que más me hace ser consciente de esto es el cariño que, de partida, he tenido. Con "Papel y tinta" tuve el apoyo de los mecenas. Poco a poco se van sumando más lectores, que nada más anunciar que sacas la nueva novela están ahí compartiendo la ilusión y queriendo conocer a los personajes. Es donde más lo noto y estoy muy agradecida a ello. De tener la posibilidad de que mis novelas lleguen a los lectores.

Pedro Espinosa

En Radio Cádiz desde 2001. Director de contenidos...