La trituradora

Jerez de la Frontera

En breve, si no ha empezado ya, comenzará la pre campaña de las elecciones municipales. El nerviosismo de los que gobiernan y las prisas por terminarlo todo y decir las bondades de lo hecho. Y la angustias de los que no gobiernan por atribuirse las ideas, o por prometer y comprometerse con los vecinos diciendo que todo lo hecho está mal. Veremos las idas y venidas de los líderes y las lideresas a las barriadas y al Jerez rural, donde o no han ido o han ido de pasada. "Tomamos nota de las necesidades...". Una vez termine el momento electoral, todo irá a la trituradora. La trituradora destruirá a los líderes y partidos que no han obtenido representación. ¿Quién los recordará pasado un tiempo? ¿Quién recordará las promesas electorales? ¿Quién habrá leído los programas? ¿Cuántas buenas ideas irán a la trituradora sin tener una oportunidad para ser ejecutadas?. Y una vez acabado el recuento, como canta Serrat, se acabará la fiesta, y volverá el rico a su riqueza, el pobre a su pobreza y el cura a sus misas. Sigo pensado que la ciudad debe invertir tiempo en pensarse. ¿Qué se va a hacer y por qué? ¿Cómo queremos que sea Jerez en 15 o 20 años? ¿A partir de qué prioridades?. No sé, trata solo de hacer las cosas, sino de hacerlas bien para que nuestra vida en la ciudad sea mejor. La vulgaridad será repetir esquemas que otras ciudades están intentando desterrar: turismo barato, de despedidas de solteros y solteras con toallas y tutús, haciendo el ridículo por la calle, con alojamientos privados de escasa calidad y con una legión de pedigüeños como muestra del florecimiento económico de la ciudad... y en campaña nos bombardearán con cifras inconexas y fuera de contexto para demostrar lo bien o lo mal que va la ciudad. Pero al final todo, todo irá a la trituradora. Y Pacheco pensando en volver...