Desde 2015, la Policía ha descartado 25 avistamientos de Paco Molina e investigado a 150 personas en relación a su desaparición
Un equipo de ocho agentes de la UDEV sigue trabajando en el caso de menor desaparecido que más líneas de investigación ha tenido abiertas
Córdoba
Ocho efectivos con un alto grado de especialización en materia investigativa, la colaboración entre Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y la red de INTERPOL. Son la esperanza a la que se aferran desde el 2 de julio de de 2015 Isidro, Rosa y Pepe; padre, madre y hermano de Paco Molina, desaparecido en Córdoba. Por primera vez, uno de los agentes que participa activamente en la localización del entonces menor ha concretado alguno de los pasos que se han seguido hasta la fecha en una de las investigaciones más complejas que ha asumido el Cuerpo Nacional de Policía en los últimos años.
Durante el acto El Múltiple Impacto de una Desaparición: Paco Molina, la búsqueda continúa, organizado por AFADECOR y QSD Global, el Inspector Jefe del Grupo de Homicidios II de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta, Jesús Torrado, ha detallado que desde el inicio de la investigación "se han tomado unas 300 declaraciones a testigos y se ha estudiado la información de más de 300 llamadas relacionadas con el caso". "Lamentablemente todavía no hemos conseguido dar una respuesta a la familia Molina, que es lo que queremos todos, pero aunque tenemos otras investigaciones abiertas, no ha habido un solo mes en el que no estemos trabajando en este caso y tenemos líneas vivas", aseveró el representante de las FCSE.
Desde 2015, concretó Torrado, "hemos descartado un total de 25 supuestos avistamientos de Paco y se ha investigado a 150 personas por su posible vinculación con la desaparición". En los últimos meses, los agentes de la UDEV han realizado varias visitas a Córdoba, según avanzó en Radio Córdoba Isidro Molina coincidiendo con el séptimo aniversario de la desaparición. Según ha explicado el agente, "aunque la investigación la asumimos nosotros de forma directa, en este tiempo también nos hemos apoyado en otras unidades, en la Guardia Civil y el compañeros de Policía Local".
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A Paco Molina se le ha seguido el rastro en, al menos, doce países distintos, para lo cual ha sido "fundamental la cooperación con fuerzas del orden extranjeras, algo que hemos gestionado a través de INTERPOL", que aglutina a 195 Estados. En este proceso han intervenido policías, guardias civiles y representantes del Ministerio del Interior en los distintos países. La colaboración habría sido "total", pero no exenta de los trámites administrativos y burocráticos pertinentes.
En este sentido, el representante del CNP destacó los avances que se están produciendo "a la hora de compartir información de material genético entre países". Hasta hace muy poco, los perfiles de ADN de personas desaparecidas no se cruzaban con los perfiles de fugitivos, detenidos o personas implicadas en hechos delictivos de las que, según la legislación, se podían tomar muestras. Ahora, EUROPOL ha puesto encima de la mesa un proyecto específico para compartir entre países los datos genéticos de personas cuya desaparición ha sido denunciada.
Torrado y su equipo han convertido el caso de Paco Molina casi en una obsesión. "Tenemos los teléfonos disponibles las 24 horas e intentamos acompañar a la familia dentro de lo que podemos, lo cual es un reto", advirtió al tiempo que reconoció los avances producidos en los últimos años respecto al tratamiento de estos casos: "En 2017 se realizó el primer informe anual sobre personas desparecidas en nuestro país, un año después se creó el CNDES y en 2019 se actualizó la base de datos".
Es un equilibrio complicado, porque los agentes son conscientes de que cualquier dato o pista que se filtre puede hacer volar por los aires meses de trabajo, crear falsas expectativas o incluso inducir a la destrucción de pruebas. Es justo la falta de evidencia inicial lo que más ha complicado las pesquisas: una de las principales vías estudiadas planteaba —con base en la declaración de un testigo ocular—, que el menor hubiera subido a un autobús en Córdoba con rumbo a Madrid. Sin embargo, esta versión no ha podido ser certificada en su totalidad, ya que no se consiguieron imágenes de las cámaras de vigilancia ni de la estación cordobesa, ni del punto en que se intercambió el conductor, ni de la estación de autobuses de Madrid.
Información de servicio:
Si usted dispone de alguna información sobre Paco Molina o cualquier persona desaparecida, por favor contacte con el 091, el 062 o el 112. Además, la familia Molina mantiene abierto el Apartado de Correos 3011 de Córdoba, al que cualquier ciudadano puede remitir datos o información de forma anónima.
Álvaro Guerrero Jiménez
Redactor y editor en los servicios informativos de la Cadena SER en Córdoba. Previamente ha trabajado...