El Unicaja compite y pone en aprietos al todopoderoso Real Madrid

Málaga

El Unicaja perdió ante el Real Madrid (71-76) en un partido duro resuelto en los últimos segundos, donde los cajistas ofrecieron una gran imagen, llegando a colocarse a tan solo dos puntos a falta de 52 segundos para el final, pero el acierto final de los madridistas sentenció el enfrentamiento.

Se adelantaba el Real Madrid en los primeros compases fruto de su acierto exterior, si bien el Unicaja iba carburando poco a poco, no perdiéndole la cara a un choque que pronto entró en dinámica defensiva. Con ambos equipos sin anotar, el Unicaja fue capaz de estrechar el electrónico tras un pequeño arreón liderado por Musa para, tras dos tiros libres de Kendrick Perry, seguir a dos al final del primer cuarto (16-18).

Se endurecía el encuentro, manteniéndose la dinámica defensiva. Sin embargo, arrancó Darío Brizuela para subir el nivel ofensivo de los malagueños, que lograron la primera ventaja tras un mate de un activo Dylan Osetkowski (25-23). Con el Real Madrid sumando por medio de Tavares y los tiros libres, seguían los de Ibon Navarro agarrándose a los puntos de Brizuela para seguir arriba, aunque Tavares, de nuevo, le dio el liderato al Real Madrid al descanso.

Los puntos de Hezonja en la reanudación dieron aire al Real Madrid, que alcanzaba las rentas por encima de la decena (36-46), situación que remediaban Kravish y Djedovic para recortar distancias. De nuevo los tiros libres de Yabusele y los puntos de Causeur le daban impulso a los blancos (38-52, m. 26). Lograba rebajar las distancias el Unicaja por debajo de la decena, con un Alberto Díaz apretando atrás y Brizuela anotando que llevaron la desventaja a nueve (47-56).

Seguía enchufado Brizuela, pero no encontraba un aliado ante el acierto del Real Madrid, que les llevaba a tomar distancia en el marcador (53-65). Pero no se rindió el Unicaja, que espoleado por un efervescente Carpena, se agarró a los puntos de Ejim y Osetkowski para rebajar diferencias. Con los blancos capitalizando su juego en Tavares y Musa, conseguía responder por medio de Kravish y de Carter.

Con el partido en un puño, Alberto Díaz sumó un tiro libre de una técnica, lo que unido a dos tiros libres más de Osetkowski redujeron la distancia a tan solo dos puntos a falta de 52 segundos (69-71). Pero ahí apareció Llull, quien sumó cuatro puntos que impidieron la sorpresa de un Unicaja que dio una gran imagen ante uno de los favoritos al título y, sobre todo, ante un Carpena lleno que despidió al equipo con un gran aplauso.

Darío Brizuela, el mejor de los malagueños con 17 puntos, tres asistencias y dos robos para 18 de valoración.