Nuevas varas de medir

Jerez de la Frontera

Sumar no siempre es más, sino que a veces es incluso menos. Desde la lógica de la administración turística, bien sea está nacional, regional o local, el éxito turístico de un destino se continúa midiendo por el número total de turistas sumados en una temporada. Si el destino suma muchos, el gestor de la cosa pública es un crack y lo anuncia a bombo y platillo y si se suman menos de los previstos, la callada será obviamente la respuesta. En nuestro destino Jerez, la recopilación y análisis de los datos que genera el más que estratégico sector turístico jerezano, se sigue midiendo de una forma cuanto menos que "vintage" y poco evolucionado. La ochentera forma de medir nuestro éxito como destino turístico necesita de una importante y urgente revisión. En este nuevo mundo pospandémico, introducir parámetros que nos permitan comprender la respuesta emocional de los que nos visitan o el análisis regular de la percepción que sobre el turismo tienen los jerezanos o incluso indicadores adelantados de posibles puntos de fricción en la necesaria convivencia entre la población visitante y la residente, debieran ser los que desde la cogobernanza determinaran nuestra política turística local con el único fin de distinguirnos claramente como un destino modélico y de éxito medido en parámetros económicos, sociales y de sostenibilidad