Córdoba, 23 de junio de 2038

Córdoba

Córdoba, 23 de junio de 2038

Hoy entra el verano, aunque llevamos ya dos meses con un calor infernal. En la ciudad se nota menos que hace quince años, cuando las olas de calor nos pillaron sin medidas preventivas. Según la Agencia municipal de Cambio Climático, la temperatura media en la ciudad es ahora 1,2 grados menor que en la década del 2020. La clave ha estado en la gran cantidad de vegetación que se ha desarrollado y en las políticas de permeabilización del suelo.

Una de las medidas más notables ha sido dejar solo dos carriles en cada sentido en Vallellano, la Victoria, República Argentina, avenida de América y todo el vial norte. En los carriles que le hemos ganado al tráfico rodado se levantan ahora praderas, zonas arbustivas y una gran cantidad de árboles. En aquella zona, pasear por el Vial cubierto de toldos, con el frescor que emanan los jardines colindantes es una delicia.

Y el cinturón verde del Sur ha sido fundamental, ahora el aire cálido que entra por la campiña se refresca y humedece antes de llegar a la ciudad. En esa zona contamos ya con más de 200.000 árboles plantados y la campiña ha recuperado ese paisaje de árboles, arbustos y hierbas silvestres en las lindes de los caminos, de la fincas, de los regatos, en los sotos…, que desaparecieron con la extrema mecanización de la agricultura.

Gracias a estas medidas el turismo en Córdoba sigue siendo la principal fuente de ingresos. Además del patrimonio cultural, los visitantes destacan la confortabilidad de la ciudad, su riquísimo paisaje urbano, el esplendor de biodiversidad, la abundancia de sombras.

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Tenemos que felicitarnos por la impresionante transformación que ha experimentado la ciudad en este proceso de adaptación al calentamiento global del planeta, en gran medida capitaneada por los colectivos vecinales y las organizaciones ecologistas. Bueno es recordar ahora el lema que ha guiado este proceso: cambiar el clima de tu ciudad, tarea de todos y de todas.