La salida de Queipo de Llano, un paso democrático

Córdoba

"Queipo de Llano, se calla". Así termina el poema que Rafael Alberti escribió durante la guerra civil sobre el conocido como Virrey de Andalucía. Mano derecha de Franco en el sur, responsable de una sangrienta represión que terminó con decenas de miles de asesinados por el golpe militar, la guerra civil y el terrible Franquismo.

Así termina el poema que fue de mano en mano entre los republicanos, en manuscritos, aprendido de memoria por tantos para buscar un débil consuelo a tanto odio derramado por Queipo en sus arengas radiofónicas. En las que llamaba a matar a los "rojos" hasta acabar con todos. Con las que animaba a violar a las mujeres que defendían la república para que aprendieran, "por defender el amor libre".

Estos micrófonos han contado hoy la salida de Queipo de Llano, junto a su esposa, de su espacio de honor en la basílica de la Macarena. Y hoy las víctimas sienten algo de justicia. Ha sido esta madrugada. También de quien estuviera con él en esa negra etapa de nuestra historia, el auditor militar Francisco Bohórquez. Con sus familiares, responsables de la hermandad y de la administración y los medios de comunicación como testigos históricos. Como aún se tiene que hacer respetar la memoria democrática en este país, sin mucho ruido.

Y esos testigos nos han contado cómo ha habido algunas voces cercanas a quien representó la represión en Andalucía que lo ensalzaban a su salida, pero quedaban silenciadas por la dignidad de las víctimas representadas esta noche en Paqui Maqueda, que levantó la voz por sus familiares y todos aquellos que fueron silenciados y borrados al menos hasta hoy.

La radio ha contado hoy la salida de Queipo de Basílica de la Macarena y nuestra sociedad gana en democracia. Que no se acabe aquí la justicia, que no revancha, para los que quisieron tapar a tantos con tierra y sin nombres. Porque solo así miraremos al futuro con nuestra conciencia colectiva limpia.