Pegadas al cambio climático

Córdoba

Me resulta muy difícil no empatizar con una acción que favorezca la concienciación sobre el cambio climático, es evidente que la situación es de una radical emergencia climática… pero considero que todo no vale. Y peor aún, que todo no funciona.

Los últimos ataques a piezas de pintura históricas ponen en peligro una producción material que es, simplemente, irremplazable.

Una obra de arte histórica es una obra singularísima, una imagen-materia que diría José Luis Brea. Eran obras que se hacían con un aura estética y con un objetivo de eternidad en el tiempo, eran realizadas para siempre, con una capacidad de concentrar el tiempo en sí mismas.

Y critico estas actuaciones sospechando que autores como Van Gogh, de una sensibilidad social extrema, un ‘Quijote’ de los más desfavorecidos, un amante del paisaje o la luz de Arlés, estaría a favor de estas acciones. Por no hablar de Goya, que fue un ‘concienciador’ nato en su producción pictórica y gráfica. Él, de los primeros -por no decir el primero- en denunciar la violencia doméstica o las violaciones a mujeres en conflicto civil (no metafórica y poéticamente a través del mito del Rapto de Europa) sino de denunciar las injusticias reales que le rodeaban, que sufría el pueblo, en sus series de Los caprichos o Los desastres de la Guerra.

Así que, puestos a pegarse las manos, no estaría mal hacerlo mejor en empresas de energía que contaminen, en empresas petrolíferas o en fábricas de plástico y dejar tranquilo nuestro patrimonio cultural que ya está bastante denostado como para encima usarlo como pandereta promocional.

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