Fiscalía pide cárcel para los supuestos responsables de tres reñideros de peleas ilegales de gallos
La Policía desmanteló la red en marzo de este año y recuperó 206 animales así como 20.000 euros procedentes de apuestas ilegales
Jaén
La Fiscalía de Medio Ambiente de Jaén ha pedido penas que van desde un año hasta los 18 meses de prisión para los tres supuestos responsables de tres reñideros para peleas de gallos desmantelados en marzo de este año en Jaén capital, Mengíbar y en la localidad cordobesa de Hornachuelos. A los tres procesados, Fiscalía les imputa delitos continuados de maltrato de animales. Fueron agentes de la Policía Nacional, adscritos al Grupo de Estupefacientes de la Comisaría de Linares (Jaén), junto el Grupo de Medio Ambiente de la Comisaría General de Policía Judicial, los encargados de desarrollar la operación Gladiador sobre maltrato animal y organización criminal.
La operación se saldó, además, con la detención de 57 personas, la recuperación de 206 gallos de combate, así como la incautación de 20.000 euros en metálico provenientes de apuestas ilegales. También se intervino material de entrenamiento para los animales, además de multitud de fármacos y elementos quirúrgicos utilizados para doparlos y potenciar su rendimiento. En el escrito de calificación provisional de Fiscalía, al que ha accedido Europa Press, se establece que los tres procesados "han venido realizando en calidad de organizadores y promotores, de una manera concertada y coordinada entre ellos", peleas de gallos y lo han hecho con "pleno conocimiento de las consecuencias gravemente lesivas y mortales para los animales que son obligados a participar en dichos combates.
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La finalidad, según el Ministerio Públicos, era "procurarse un ilícito beneficio mediante la percepción de las apuestas económicas que realizan los numerosos asistentes o espectadores, algunos de los cuales son menores". Además, se recoge que los acusados, con carácter previo a las peleas, para aumentar su rendimiento y potencial lesivo de los gallos "les realizan, mediante el uso de cuchillas u otros elementos cortantes, la mutilación de las crestas, las orejillas y las barbillas con el consiguiente daño para su salud por la producción de infecciones y malas cicatrizaciones", todo ello sin condiciones sanitarias ni control veterinario.
Las investigaciones se iniciaron en noviembre del 2021. Los investigadores del Grupo de Estupefacientes de Linares habían recibido diferentes informaciones sobre actividades ilegales que se estaban produciendo en la provincia y que resultaron ser peleas y apuestas clandestinas de gallos. Tras recabar diferentes datos y conseguir identificar a varias personas que podrían ser los presuntos responsables, trazaron un dispositivo especial de vigilancias y discretos seguimientos que alternativamente activaban y suspendían para que no sospecharan de que estaban siendo vigiladas por la policía.
Esta labor llevó a los agentes hasta tres inmuebles ubicados en zonas residenciales de Jaén, Mengíbar y Hornachuelos (Córdoba). Estas parcelas se encontraban perfectamente camufladas de su función principal, que era la habilitación de diferentes espacios donde se desarrollaban las peleas y apuestas ilegales con el fin de dificultar la labor policial. En apariencia, se trataban de unas viviendas más. Sin embargo, estaban dotadas de zonas ocultas de aparcamiento para vehículos, varias salidas que daban a zonas boscosas con el fin de que, si se producía un asalto, los asistentes pudieran darse a la fuga.
Coordinación con el Juzgado
Según avanzaba la investigación con resultados positivos, sus responsables informaron al titular del Juzgado número 4 de Jaén, desde el que se autorizó la entrada y registro de los tres inmuebles sometidos a vigilancia. Se realizaron en varias jornadas a la espera de tener suficiente información sobre la celebración de alguna pelea. Días atrás, se realizó el primer registro, concretamente en Jaén, donde se estaba produciendo una pelea mortal entre dos gallos, mientras los asistentes jaleaban y celebraban la lucha hasta la violenta muerte de uno de los animales.
Los agentes arrestaron a 56 personas y detectaron a siete menores que se encontraban como adultos alrededor del ring. En otras dependencias, los agentes recuperaron 47 gallos que estaban preparados para combatir entre multitud de fármacos y sustancias dopantes. De igual modo, intervinieron 20.000 euros en efectivo que estaban dedicados a las apuestas ilegales. Posteriormente, se realizó el registro de la vivienda ubicada en Mengíbar, en la que se localizaron seis gallos de pelea, todos ellos con las características y lesiones habituales en estos animales que son utilizados para los combates.
El último de los registros tuvo lugar en el municipio cordobés de Hornachuelos, donde se arrestó al presunto responsable del reñidero que allí se encontraba. Los agentes hallaron 153 gallos, 30 gallinas y 50 crías. También había abundante material que suele ser utilizado para las peleas ilegales de gallos, fármacos orales e inyectables, vitaminas, drogas para animales, maquinaria para el entrenamiento físico de los gallos y numerosos temporizadores para cronometrar el tiempo de las peleas. Supuestamente, este inmueble era utilizado como granja de cría de gallos de pelea.
Con respecto a las apuestas ilegales, los agentes de Cenpida (Centro Nacional Policial por la Integridad en el Deporte y las Apuesta) del Servicio de Juegos de Azar de la UDEV Central levantaron la correspondiente acta de sanción. Desde Fiscalía se pide que se remita testimonio de la sentencia a la Administración autonómica para que en el ámbito de sus competencias se resuelva el decomiso y/o destino de los animales intervenidos que, paradójicamente, siguen en manos de los acusados en calidad de depositarios judiciales.
Además de las penas de prisión, el Ministerio Público reclama como accesoria que se inhabilite durante tres años a los acusados para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de los mismos. El caso será dilucidado en un Juzgado de lo Penal de la capital jiennense, aunque todavía no está señalada la fecha para su celebración.