Lista negra

Nada de vacaciones en Marbella. Nada de una semana más de entrenamientos y máxima atención al diseño del nuevo Almería. Ha llegado la hora de evaluar lo que necesita el equipo y lo que sobra para mantener la Primera División.

No salen las cuentas con tantos jugadores y un bloque definido. Hay mucho talento que no se puede utilizar y peticiones de jugadores por atender para que no estén parados viendo como juegan los demás.

La plantilla del Almería se tiene que reducir y aligerar la nómina para uno o dos fichajes top que garanticen una vida más tranquila en la Liga de las Estrellas porque a día de hoy sobran jugadores que están en la mente de todos.

La lista negra

La operación Marbella ya está en marcha y se va a decidir el futuro de determinados jugadores con los que no cuenta ni el entrenador ni el club. Unos van a salir con la carta de libertad y otros se marcharán cedidos.

El entrenador se tiene que decantar por los que necesita y el director único deportivo deberá ponerse manos a la obra para dejarle la plantilla según la ha diseñado con menos jugadores y mejores. Los nombres están en la calle.

Nómina elevada

Tener en plantilla a tantos futbolistas implica cargar en exceso el tope salarial y con ello aguantar una nómina elevada con suplentes que no van ni convocados cuando lo ideal sería que estuvieran jugando.

Hay futbolistas por los que ha pagado Turki y no cuentan para el entrenador y se busca una salida. Será Rubi el que ponga las notas a sus jugadores y decida los que se quedan para acabar la temporada.

Rodaje

A la hora de firmar esos futbolistas top que se buscan en el mercado existe el problema de siempre: el rodaje. Los que lleguen van a necesitar de tiempo para adaptarse a la plantilla primero y a la competición después.

No es fácil la operación Marbella porque hay jugadores muy implicados que van a aparecer en la lista y algunos 'preferidos' a los que la Primera no se les da del todo bien. Tiene que tomar una decisión dolorosa el entrenador.

Los nombres de los que van a salir están en la calle.

A Rubi no le debe de temblar la mano.