Pepe Mel, antes de recibir al Alavés: "Nos falta hacer bien 90 minutos"
El entrenador alude a los encuentros contra el Granada o el Levante para intentar conseguir la victoria el domingo a las 21h en La Rosaleda
Pepe Mel / MálagaCF
Málaga
Pepe Mel se sentó en la sala de prensa de La Rosaleda para valorar la previa del Málaga-Alavés del domingo a las 21 h. El entrenador habló sobre la situación del equipo. “Tenemos el convencimiento de que el equipo hace muchas cosas bien y que nos falta redondearlo. Nos falta hacer bien 90 minutos. En Ibiza fuimos más allá de 60 minutos buenos y no resultó suficiente. Tendremos enfrente un equipo que viene de perder y su objetivo es el ascenso directo. Junto con Levante y Granada, son los claros favoritos para esas posiciones. Así que saldrán a ganar, pero nosotros también, así que vamos a intentar aprovechar nuestras virtudes”.
Mel fue cuestionado sobre si el punto logrado en Ibiza y por la forma en la que se produjo supuso un paso atrás. “Hay formas de verlo. En la primera parte fuimos claros dominadores del partido y tuvimos opciones para cerrarlo. Debimos cerrarlo, pero como nos pasa siempre, no lo hicimos. El Ibiza no nos creó ninguna, pero en la segunda a partir del minuto 15 o así perdimos el ritmo del juego, la manija del balón. Obviamente, el equipo rival también hace cosas y se jugaba lo mismo que nosotros, pero fue demérito nuestro. Estoy un poco insatisfecho con la gente que entró desde el banquillo, creo que empeoramos las cosas. El cansancio de Jozabed y la tarjeta de Genaro nos obligaron a hacer cambios y ahí perdimos todo eso. Pero no lo vemos así. Si te amparas solamente en la lógica, el Granada te tendría que haber ganado y el domingo el Alavés nos va a ganar. No hay que mirar con quién juegas y en qué posición está. En Segunda División cualquiera gana a cualquiera. Todos los equipos tienen sus 15-20 minutos en los que toman el mando del juego y ante eso tienes que responder. Eso espero yo ante el Alavés, que es un equipo muy compacto y es difícil meterle mano, que seamos capaces”.
El entrenador cree que a su equipo le falta poco para rematar los partidos y al aspecto de la motivación le da una importancia vital. “Me preocupa eso más que nada por el discurso. Yo estoy con los futbolistas las 24 horas, ellos me escuchan, les propongo cosas, les llevo por un camino, les convenzo de la forma a seguir, pero eso al final se refuerza con los triunfos. Ellos de momento no bajan los brazos, ven que compiten contra el Granada a su nivel, que hacen una buena primera parte en Ibiza, que compitieron bien ante el Levante. Pero esto es de resultados, de sumar los tres puntos y salir de la zona de peligro. Obviamente eso no lo hemos hecho. Eso sí preocupa. El grupo acepta el camino que les marco, así que no tengo ningún problema. En el momento que vea que eso no es así, el problema lo tengo yo. El grupo hace todo lo que mandamos hacer. El plan de partido ante el Alavés lo van a seguir seguro. Si el plan es erróneo la culpa es mía y si nos sale bien, reforzaremos al grupo”.
Pepe Mel también habló sobre el mercado de fichajes. “Me meto en algo que no me corresponde a mí, pero creo que el club está trabajando bien y yo ayudo en lo que todos los entrenadores ayudamos cuando se acerca este momento. Yo ayudo en dar el último arreón al futbolista pretendido. Lo dice uno que ha sido futbolista muchos años. Siempre es bueno que el entrenador de turno te diga que te quiere. El abanico está abierto, los jugadores que nosotros queremos ya saben por boca de su entrenador que les quiere y que serían bienvenidos. Ahora tenemos que esperar, hay que pensar que en el mercado de invierno hay más actores implicados porque está también el club de procedencia. En eso yo ya no entro, eso es trabajo de la secretaría técnica, que ya les digo que está trabajando a tope para que podamos reforzarnos”.
Pepe Mel
Enrique Aparicio
En su infancia siempre andaba por casa usando...En su infancia siempre andaba por casa usando el mando de la tele como micrófono y organizando partidos con sus hermanos para transmitirlos por una radio imaginaria. Desde siempre estuvo pegado al transistor, hasta que un día se puso en el otro lado.