Salud y bienestar | Ocio y cultura

Según los expertos, la obesidad es el principal factor de riesgo en el 50% de las enfermedades cardiovasculares

Las personas con obesidad tienen un mayor riesgo de sufrir angina o infarto de miocardio, ictus, insuficiencias cardiacas o arritmias

Según los expertos en cardiología del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón la obesidad es el principal factor de riesgo en el 50% de las enfermedades cardiovasculares, como la cardiopatía isquémica (angina e infarto de miocardio),los accidentes cerebrovasculares (ictus), insuficiencias cardiacas o diversas arritmias como la fibrilación auricular.

Los expertos destacan que el mayor peligro de la obesidad es que favorece la aparición de la hipertensión arterial, el aumento del colesterol y, principalmente de los triglicéridos, y la diabetes tipo 2, cuyo riesgo de padecerla aumenta considerablemente en personas con obesidad.

Entre las razones de la asociación entre obesidad y el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular, el doctor Carlos Arias, cardiólogo del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón, apunta que, por un lado, “el aumento de peso y acumulación de tejido adiposo producen cambios hemodinámicos que ocasionan alteraciones estructurales y funcionales sobre el corazón y los vasos sanguíneos” y, por otro, “el tejido adiposo libera hormonas y citocinas (denominadas adipocinas) que intervienen en el metabolismo lipídico y glucémico y regulan procesos inflamatorios, provocando un ambiente de mayor riesgo trombótico”.

El desarrollo de la obesidad suele estar propiciado por un estilo de vida inadecuado, fundamentalmente en relación con la alimentación y el sedentarismo. Por ello, el cambio de estos hábitos de vida constituye la base del tratamiento de los pacientes con obesidad. “El objetivo no sólo sería conseguir una reducción de peso, sino también reducir el riesgo metabólico y prevenir o tratar los factores de riesgo y comorbilidades asociadas que provocan un aumento de las enfermedades cardiovasculares”, señala el doctor Arias.

Además, es fundamental combinar los cambios en el estilo de vida con tratamiento farmacológico en el paciente con obesidad en los que no se consigue una adecuada pérdida de peso o presentan comorbilidades importantes. Finalmente, la cirugía bariátrica es una estrategia que mejora el pronóstico de enfermos con obesidad grave, y que se recomienda a los pacientes con IMC>40 kg/m² o 35 kg/m² si tienen comorbilidades previas cuando han fracasado los tratamiento previos, como la diabetes Tipo 2 que desaparece en muchos casos tras la cirugía.

Es importante señalar que la prevalencia de la obesidad no ha dejado de aumentar en los últimos años. Según apuntan los expertos, en torno al 40% de la población adulta tiene sobrepeso u obesidad, además de existir una creciente preocupación por la población joven, donde el 30% de los jóvenes entre 3 y 24 años presentan exceso de peso. Con esta situación, “es fundamental concienciar a la población sobre los graves efectos perjudiciales que tiene el sobrepeso sobre nuestra salud, y en concreto sobre las enfermedades cardiovasculares, concienciando desde edades jóvenes de los beneficios de mantener unos hábitos de vida saludables para evitar enfermedades a lo largo de la vida”, concluye Carlos Arias.