La Junta invierte 1,2 millones en mejoras energéticas en sus tres centros de protección de menores en la provincia de Jaén

Jaén

Los centros Carmen de Michelena de Jaén, San Juan de la Cruz en La Carolina y el de Nuestra Señora de la Cabeza en Linares, contarán con una inversión de 1,2 millones de euros para su mejora energética.

En el centro Carmen de Michelena, las actuaciones ya han concluido y se está a la espera de la recepción de las obras, que han contado con una inversión de 420.000 euros; en el centro San Juan de la Cruz de La Carolina, las obras iniciadas en octubre siguen su curso y se invierten 446.000 euros; mientras que en el centro Nuestra Señora de la Cabeza de Linares, las obras superan ya el 70 por ciento de ejecución y se ha invertido un total de 312.000 euros. Las actuaciones en este último centro han sufrido un retraso debido a problemas de suministros derivados del aumento de los precios, pero la empresa adjudicataria ha solicitado una prórroga para su finalización, tal y como han detallado desde la Junta de Andalucía. Se trata de un centro en el que hay actualmente 16 menores y se trabajan los dos programas de acogida inmediata, por un lado, el dedicado a los menores que ingresan por orden de la Fiscalía o de la Policía, pero para los que no hay ninguna medida de protección; y en segundo lugar, el programa residencial básico, dedicado a los y las menores que están desamparados y sobre los que la Junta de Andalucía tiene la tutela.

La Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad gestiona directamente una importante red de centros de servicios sociales en toda Andalucía y, en concreto la Dirección General de Infancia, Adolescencia y Juventud, que desarrolla las funciones relativas a la protección de la infancia, se encarga de la gestión de los centros de protección de menores.

Como ha sostenido la consejerade Inclusión Social, Loles López en su visita al Centro de Linares, “estos centros de protección constituyen espacios donde se atiende a menores que han atravesado situaciones complicadas y en los que se promueven su desarrollo integral como personas”. No obstante, estos tres centros se ubican en edificios que llevan funcionando con un uso continuado e intenso durante varias décadas, fueron diseñados y construidos en su día con unos requerimientos y características superadas actualmente. De ahí la necesidad de actuar en instalaciones térmicas, aislamientos y, en general, eficiencia energética. “Es una importante inversión para hacerlos más eficientes energéticamente, y también más acogedores porque al fin y al cabo, hablamos de menores que atraviesan una situación delicada y que merecen disponer de las mejores condiciones posibles durante su estancia”.