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Encuentran propaganda yihadista en el registro de la vivienda del marroquí detenido por el ataque a dos iglesias en Algeciras (Cádiz)

El magistrado lo vincula con salafismo con fines terroristas, mientras que el ministro del Interior, Grande Marlaska, asegura que no consta que tenga una conexión con otras personas en Marruecos para llevar a cabo el ataque

Vista de la entrada de la vivienda de Yasin Kanka en Algeciras (Cádiz) / DAVID ARJONA (EFE)

Los investigadores de la Policía han hallado unos pendrives con contenido yihadista en el registro de la vivienda del detenido por el ataque mortal de este miércoles en Algeciras, un hombre al que el juez de la Audiencia Nacional Joaquín Gadea relaciona con el salafismo yihadista, según ha avanzado 'El País' y han confirmado fuentes a la SER.

Fuentes de la lucha antiterrorista han explicado a que en el registro de la vivienda se han encontrado unos pendrives que son objeto de análisis policial y que apuntarían a una reciente radicalización del arrestado por asesinar a un sacristán y herir a varias personas, entre ellas un sacerdote.

Se trata de contenido yihadista muy básico, según apuntan las citadas fuentes. Los investigadores también tienen constancia de que el detenido, un marroquí de 25 años, tiene antecedentes por problemas psiquiátricos en su país.

Marlaska se muestra prudente y asegura que la principal hipótesis es que actuó solo

El ministro del Interior, Grande Marlaska, ha viajado este jueves hasta Algeciras para seguir la investigación de los hechos. En una rueda de prensa, no ha entrado a valorar el presunto material yihadista encontrado en el piso del atacante, pero si ha señalado que es un acto que "nunca se había producido en España".

Además, ha descartado que se pueda producir un efecto llamada tras este crimen y ha recordado que "estamos en nivel 4 de terrorismo, que es un nivel de alerta alto, de protección", para después añadir: "Es bastante más elevado que el que tienen otros países de la Unión Europea".

Respecto a cuando pudo entrar en España, Marlaska ha asegurado que la única constancia que tienen de él es en junio de 2022, cuando fue detenido, y "no hay otra fecha". También ha querido aclarar que, "a día de hoy, no consta que tenga alguna conexión con otras personas en Marruecos para llevar a cabo el ataque".

En este sentido, también ha añadido que el detenido "nunca ha estado en el radar de ningún servicio nacional por radicalización ni en las bases de datos de los países cercanos". "No costa ningún antecedente en ese sentido, solo por inmigración irregular en España", ha añadido.

Marlaska ha pedido "cautela" ante los objetos incautados por los investigadores en el domicilio del detenido y que están siendo analizados por la Policía Científica y la Brigada de Información. "Estamos en un momento incipiente de la investigación, dejemos que se desarrolle", ha solicitado, anunciando que pasará a disposición judicial cuando las diligencias policiales concluyan y "dentro del periodo máximo", que en este caso se prolongaría hasta cinco días desde su detención.

Por último, sobre las palabras de Vox incitando al odio, ha declarado: "Esta sociedad no entiende ese tipo de manifestaciones, es una sociedad que sabe vivir en diversidad y que durante una época también tuvo que emigrar".

Alterar la paz pública

En el auto por el que autorizó el citado registro, el magistrado de refuerzo del Juzgado Central de Instrucción Número 6 considera que los hechos pueden ser constitutivos de un delito de asesinato y lesiones con instrumento peligroso con fines terroristas, y relaciona la acción con el salafismo yihadista al concluir que con ella pretendía "alterar la paz pública mediante la ejecución de actos de terror, lo que habría podido motivar la actuación criminal".

Según ha adelantado el citado medio, el juez explica en su escrito que la Policía Nacional le entregó este miércoles un primer oficio en el que hacía un repaso de lo ocurrido desde que el detenido entró en la Iglesia de San Isidro con intenciones que "se desconocen". Una vez allí inició una discusión con los allí presentes, manifestando a los feligreses de forma vehemente que la única religión que hay que seguir es la religión islámica.

'El País' apunta que el magistrado explica que, tras abandonar el lugar "profiriendo mensajes en árabe cuyo contenido se desconoce", el hombre regresó sobre las 19.40 horas. En ese momento, los fieles que estaban dentro pudieron escuchar "cómo alguien ubicado en el exterior de la iglesia profiere gritos en árabe".

El juez incide en que una vez finaliza la misa, el sacerdote encargado de la misma bajó del púlpito para comprobar lo que estaba ocurriendo. En ese momento el investigado, portando en su mano un machete de grandes dimensiones y de forma súbita, habría atacado al sacerdote causándole lesiones de gran gravedad.

El sacerdote es el salesiano Antonio Rodríguez Lucena, que se encuentra fuera de todo peligro y que este mismo jueves ha dado "gracias a Dios". "Ha pasado ya todo y estoy esperando el alta, para seguir celebrando la fiesta de San Juan Bosco", ha apuntado el religioso.

El magistrado también explica que el detenido también intentó atacar a una de las personas que fue testigo de la agresión al propio sacerdote.

Gritos de "Alá es grande" tras su detención

El relato policial asumido por el juez, añade el medio, señala que el presunto yihadista huyó entonces del lugar y se dirigió a un centro de culto católico llamado Iglesia de La Palma, ubicado a unos 200 metros del otro templo. Allí se encontró con el sacristán al que posteriormente asesinó cuando este abandonaba el lugar por una puerta trasera.

En ese instante, relata Gadea, el detenido inicia varias acometidas sobre el sacristán, causándole unas primeras lesiones e intentando huir, aunque finalmente es alcanzado en la calle. El juez describe cómo, en ese momento, el presunto agresor da la puñalada mortal a la víctima tras mirar al cielo y gritar palabras en árabe.

Una vez que se encuentra en el centro de esa plaza, añade el magistrado, es alcanzado por el atacante, quien, una vez que le tiene en el suelo, sujeta la catana con ambas manos y, alzando la mirada al cielo y gritando unas palabras en árabe entre las que se escucha la palabra 'Allah [Alá]', le asesta una última estocada mortal.

En este contexto, el magistrado explica que, una vez finalizado este ataque, el acusado se dirige "de forma muy tranquila" a la capilla de Europa "ubicada en esa misma plaza, e intenta acceder al interior". Allí, "sin prestar resistencia", es detenido por agentes de la Policía Local y trasladado a un centro médico para recibir asistencia facultativa, "instante en el que en reiteradas ocasiones profiere gritos de Allahu akbar [Alá es grande]".

El sacerdote ha recibido el alta

El sacerdote salesiano Antonio Rodríguez Lucena, herido en la iglesia de San Isidro de Algeciras, ha recibido este jueves el alta médica y se encuentra de nuevo en su comunidad salesiana, según ha informado la misma.

Como consecuencia de las heridas sufridas el sacerdote, de 74 años, tuvo que ser intervenido en el hospital donde ha permanecido hasta que ha recibido el alta este mismo jueves. Él mismo manifestó tras estar fuera de peligro que "gracias a Dios ha pasado ya todo y estoy esperando el alta, para seguir celebrando la fiesta de San Juan Bosco".