Granada

Numerosos grupos de escolares, principalmente, y algunos particulares -sin que se pueda precisar el número- han aplazado estos días su visita a Sierra Nevada por la incertidumbre generada a raíz de un desprendimiento de tierra en una ladera que cortó el pasado domingo la carretera de acceso a la estación de esquí. Aunque existen desvíos señalizados, ha existido un claro perjuio, según se reconoce en la estación.

La Consejería de Fomento ha trabajado contra el reloj para retirar las rocas y consolidar la ladera, de tal forma que la carretera puso abrirse al tráfico a las 21h de este jueves, con el fin de que los desplazamientos entre Granada y la estación se produzcan con la normalidad de siempre durante el fin de semana. La estación ha abierto 52 kilómetros de pistas y prevé incluso mejores condiciones para el fin de semana, en uno de los mejores momentos de la temporada.

Sin embargo, los técnicos tendrán que seguir trabajando en la zona una o varias semanas. Lo harán entre semana, entre las 8 de la mañana y las 17.30h de cada día.

Eso significa que la carretera estará cortada entre esas horas. Como hasta ahora, la subida de vehículos particulares se hará, en ese horario, por la carretera de Monachil y El Purche. La bajada se hará por Hazallanas-Güéjar Sierra-Pinos Genil.

Durante las horas en las que la carretera principal estará cortada se habilitarán dos "ventanas" de paso para vehículos de suministro, autobuses y camiones. Serán de 10h a 11h y de 14h a 15h.

Fin de semana: carretera abierta

Desde el lunes, 6: Carretera cerrada de 08h a 17.30h

Desde el lunes, 6: Carretera abierta desde 17.30h a 08h del día siguiente

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En la zona se han continuado abriendo zanjas, instalando tubos y hormigonando parte de la canalización que alojaba la fibra óptica de la DGT y que se rompió con el desprendimiento, como recoge Europa Press.

En paralelo la máquina rozadora está terminando de desmontar la cresta de la parte superior, mientras que otra máquina está abriendo un camino que va a permitir acceder a la zona de la cornisa que también hay que desmontar siguiendo los taludes de referencia que nos ha indicado el informe geológico. De cara al fin de semana, los operarios de la consejería seguirán trabajando con máquinas por la parte de atrás del macizo dañado.

Este jueves, en sede parlamentaria, la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, ha destacado la rápida intervención de los servicios de Conservación de Carreteras de la Junta que "han trabajado de manera intensa para estabilizar la ladera" y reabrir la vía".

Según ha informado la Junta en una nota, Carazo ha incidido en que este incidente provocado por un fenómeno natural que ha generado una "situación fortuita e inesperada" en la que se ha actuado con celeridad, acordando en primer lugar un plan de emergencia de circulación para que los vehículos privados pudieran subir por la carretera de El Purche y bajar de la sierra por Hazallanas, y seguidamente establecer un operativo para movilizar más de 8.000 toneladas de rocas y otros materiales para estabilizar la ladera.

En este despliegue, la consejera ha agradecido a la Guardia Civil por su perfecta coordinación y colaboración con los equipos de Conservación de Carreteras de la Junta de Andalucía.

Ha explicado que, en los últimos años, se ha invertido cerca de un millón de euros en esta carretera, tanto en la corrección de deslizamientos en el kilómetro 15 como en la reparación del firme en sus primeros tres kilómetros.

Además de estas medidas paliativas, ha señalado que la Consejería de Fomento está actualmente redactando una mejora integral del acceso a Sierra Nevada, que tendrá una inversión estimada de cinco millones de euros.

"Queremos mejorar la conexión con la estación de esquí y resolver definitivamente la problemática de la estrechez de esta vía, incrustada en un terreno con laderas muy pronunciadas", ha manifestado.

Para ese cometido, la Junta de Andalucía ha realizado un estudio de alternativas para la mejora de la capacidad de la A-395 para paliar las retenciones que se producen en la carretera, analizar la estabilidad de las laderas y evitar el aislamiento de la estación ante incidentes de similares características.