La banca gana

Córdoba

Los beneficios de las grandes entidades financieras de nuestro país han aumentado un 23% durante el año pasado. Son 20.000 millones más para las arcas donde están nuestras arcas y nuestras deudas.

De hecho, en gran parte se debe a la subida de los tipos de interés, que está ahogando a muchas familias en sus hipotecas. Desde luego, la banca gana. En los buenos y en los malos momentos.

Los consejos de administración ya se preparan para el reparto de dividendos. En su agenda no está devolver su rescate público durante la crisis de 2008. Tampoco está el refuerzo de la atención presencial a sus clientes, o la eliminación de comisiones inexplicables.

Las entidades financieras están cerrando sucursales sin pausa apelando a sus servicios digitales. Contribuyendo a la despoblación y desatendiendo las necesidades de sus clientes más allá de los horarios que, de forma sibilina, van recortando.

Las condiciones de los bancos afectan a las empresas, las administraciones y, sobre todo, a la ciudadanía de a pie.

Ningún otro negocio puede permitirse semejantes abusos. En nuestro sistema no podemos vivir al margen de su actividad. De hecho, son la base misma del sistema. Por eso siempre ganan.

Las sucursales cierran mientras que persiste la brecha digital, especialmente entre las personas mayores. Pero no pasa nada, a espabilar. ¿O es que acaso queremos que las entidades en las que depositamos nuestros ahorros se adapten a nuestras necesidades? ¿O pretendemos que la banca, que recoge beneficios en tempestades, dedique parte de ese pastel a la mejora de la sociedad a la que atiende? No, hay que guardar porque estamos en en un momento difícil.

Que se lo digan a las miles y miles de familias cuyas hipotecas han subido 200 ó 250 euros al mes. A las que ningún banco llamará para explicarles cómo asumir ese agujero, a pesar de que han acordado medidas con el gobierno para suavizar semejante golpe a sus economías.

Seguramente, si llegas a la oficina más cercana que aún esté abierta en tu ciudad o en tu pueblo, saldrás en la misma situación. Tal vez con un nuevo producto financiero contratado gracias a la ahora preeminente actividad comercial de sus trabajadores. ¿Qué podemos hacer? Esperamos otra respuesta que no sea "Es el sistema, amigos".