La política y la memoria histórica

Córdoba

He visto recientemente la película Argentina 1985 dónde se narra el juicio contra los militares golpistas que establecieron una dictadura sangrienta en Argentina. Durante su mandato la Junta Militar cometió miles de asesinatos y desaparecidos en una represión brutal y sangrienta. En el juicio el relato de las víctimas que la sufrieron es estremecedor. Hablamos de un juicio que se celebró cuando acabó la dictadura, siendo presidente Raúl Alfonsín. Todo un ejemplo del triunfo de la democracia.

Confieso que sentí una sana envidia, los malos tienen su castigo. Y me acordé enseguida de la lucha que se lleva a cabo en Córdoba para conseguir, no ya el castigo de los malos, esos desaparecieron sin ser juzgados, si no que los restos de los asesinados por el franquismo, que yacen en fosas comunes, se recuperen y sus familias puedan enterrarlos dignamente ¡80 años después! Más de 4.000 victimas del terror practicado por los franquistas yacen enterrados y amontonados sus cuerpos en fosas comunes.

En muchas ciudades se está actuando desde hace tiempo, en Málaga se han recuperado los restos de 2,800 represaliados. En Sevilla, solo en la fosa de Pico Reja 896 y se llegará hasta los 1.300. En todos los casos han sido los Ayuntamientos los impulsores y los que han realizado los trabajos. La financiación corre a cargo del Gobierno, la Comunidad Autónoma y el Ayuntamiento. Es lo que mandata la Ley de Memoria.

¿Qué pasa en Córdoba? Hay un convenio firmado con toda solemnidad por todas las administraciones desde hace dos años. El Gobierno, la Diputación y la Junta han puesto el dinero. ¿Qué hace el Ayuntamiento? pues dar largas y excusas administrativas, que son difíciles de creer. Han conseguido que en este mandato no haya exhumaciones y lo remiten a que lo haga la próxima corporación. Estamos en campaña electoral y vaya a ser que pierdan los votos más ultras que puedan arrebatar a VOX, los auténticos herederos del franquismo. No cabe otra explicación.