Desorden planetario

Córdoba

Cómo estará el planeta que antes de ayer una nutria de gran tamaño se paseaba tranquilamente por la cordobesa avenida de Carlos III. Dos patrullas de la Policía Local y media docena de agentes de Medio Ambiente tuvieron que montar un dispositivo de localización y captura hasta interceptar al animal en la calle Escultor Fernández Franco.

Hasta hoy todas las noticias que teníamos de las nutrias venían de la mano de don Félix Rodríguez de la Fuente en aquel inolvidable Planeta Azul de la primera cadena de TVE que nos cenábamos cada semana con un huevo pasado por agua. Las nutrias, nos decía nuestro pionero naturalista, eran unos simpáticos animalitos que se prodigaban en las aguas cristalinas de los arroyos de montaña.

Pero, ya ve usted que los ecosistemas se han desordenado una barbaridad en apenas cuarenta años. Y hoy por la calle corren las nutrias; por el río, las toallitas, tralará. De tal manera que la semana pasada una nueva isla de pañuelitos húmedos emergió en medio del río Guadalquivir a su paso por Córdoba en lo que fue un sorprendente fenómeno orográfico sin precedentes.

Cuando el desorden planetario se convierte en norma, cualquier día menos pensado aparecen unas escaleras para subir una simple cuesta en plena naturaleza. Pongamos por caso, la Cuesta del Reventón.