Más allá de la porra electoral

Córdoba

Investigadores de las áreas de Sociología y Derecho Constitucional de la Universidad de Córdoba daban a conocer hace unos días los resultados de su barómetro de opinión. Un estudio que recoge un muestreo de lo que piensan 402 personas residentes en la capital cordobesa sobre múltiples cuestiones desde lo personal a su opinión sobre la realidad económica o social de Córdoba. La encuesta incluía también la valoración sobre el gobierno municipal o las tendencias de voto en las próximas elecciones municipales.

Dominando como domina la agenda política las portadas de periódicos e informativos, no es de extrañar que, en la antesala de los comicios del 28 de mayo, casi todos los titulares se centraran en la quiniela electoral. Unos titulares que los partidos se apresuraron a valorar. Por supuesto, todos ganaban.

Sin embargo, más allá del morbo por la porra municipal, la encuesta ofrece otras valoraciones que quienes nos gobiernan no deberían obviar.

Si hay un resultado de este barómetro que resulta como poco llamativo es el referente a un aspecto de la valoración del gobierno municipal. Es verdad que obtiene un aprobado con decimales. También nuestro actual alcalde, al que, por cierto, es al único de nuestros representantes en el Ayuntamiento que afirma conocer la mayoría de las personas entrevistadas. Pero se supone que las corporaciones locales son las administraciones más a pie de calle, las más cercanas a sus vecinos y vecinas… Si más de la mitad de la población no sabe qué responder cuando se le pregunta cuáles han sido las actuaciones más destacadas del gobierno municipal y más de un 25% asegura que ninguna, es evidente un preocupante desapego ciudadano hacia la política al que habría que darle una pensada.

Más allá de resultados electorales, el distanciamiento de la sociedad con sus regidores es síntoma inequívoco de una delicada salud democrática que sería urgente tratar.

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Afortunadamente, según el barómetro, las cordobesas y cordobeses somos gente saludable y un 85% considera que se encuentra bien. Un alivio para nuestra maltrecha atención primaria.