Culmina la exhumación en la fosa de Pico Reja y este martes se rendirá homenaje a las víctimas del franquismo
El triángulo de la fosa ha sido ya rellenado con tierra compacta a la espera de recibir los módulos para construir los lugares de enterramiento
Juan Manuel Guijo, antropólogo que ha trabajado en la fosa común de Pico Reja
Sevilla
En el sevillano cementerio de San Fernando los trabajos de excavación en la fosa común de Pico Reja, la de mayor envergadura de cuantas se han afrontado en España, han finalizado casi cinco años después de que se iniciaran los trabajos de localización y delimitación.
Durante este tiempo, historiadores, arqueólogos y antropólogos han trabajado para recuperar los restos óseos de las personas asesinadas por la dictadura franquista, unas 1.800 víctimas. Una vez finalizadas las exhumaciones de restos, el triángulo de la fosa ha sido ya rellenado con tierra compacta, a la espera de recibir los módulos para construir los lugares de enterramiento y este martes habrá un homenaje con los familiares de las víctimas. Entre estas figurarían miembros de la corporación municipal, alcaldes de la zona, diputados e incluso los restos de Blas Infante, ejecutado en agosto del 36.
Los últimos avances de la investigación científica promovida en torno a esta fosa apuntan a que la misma acogería los restos de, al menos, 30 miembros de la columna minera de Riotinto, enviada desde Huelva hacia Sevilla capital el 18 de julio de 1936 para detener el alzamiento militar y cuyos efectivos fueron víctimas de una emboscada tendida en la Cuesta del Caracol de Camas a manos del comandante de la Guardia Civil, Gregorio Haro Lumbreras, y los hombres bajo su mando pese a que éste había declarado su lealtad al legítimo Gobierno republicano.
El antropólogo Juan Manuel Guijo, que ha formado parte del equipo técnico de Pico Reja, cree que en el homenaje de este martes deben ser las familias de las víctimas las que "cierren simbólicamente" la fosa. Ellas la abrieron, dice Guijo, "hincando la azada a principios de enero de 2020 y ahora ellas la cerrarán porque es parte de su sufrimiento".
Según el último informe de Aranzadi Sociedad de Ciencia, que ha llevado a cabo los trabajos por encargo del Ayuntamiento, las excavaciones han deparado la detección de restos óseos de 10.076 "sujetos", de los que tienen "evidencias de represalias" los de 1.786 personas, que corresponden con el número de la "población asesinada". En paralelo al rescate de estos restos óseos, el equipo encargado de la exhumación está remitiendo tandas de muestras de los mismos al Departamento de Medicina Legal, Toxicología y Antropología Física de la Universidad de Granada, para la identificación de los cadáveres a través del cruce del AND extraído del hueso con las muestras biológicas tomadas en su día a familiares de represaliados.
Fuentes del gobierno andaluz aseguran a la SER que de los casi 2.000 cuerpos exhumados de la fosa, los restos de unos 1.300 se han remitido a la Universidad de Granada, donde se han cotejado con unas 400 pruebas de ADN de los familiares de las víctimas y todos han resultado negativo. La Junta aclara no obstante que "es un primer examen y los datos no son aún definitivos".