A cien días

Jerez de la Frontera

A cien días de las elecciones municipales, los dos únicos partidos con posibilidades de gobernar la Ciudad se enfrentan por la conquista de la alcaldía. En un cambio de época en el que parece que prima llegar al poder y después ya veremos qué hacemos, no parece que la batalla se dirima en el terreno de ofrecer las propuestas más inteligentes e innovadoras para dar impulso a una Ciudad que no termina de saber muy bien hacia donde se dirige.

Proyecto y liderazgo son los dos ingredientes de la cocina gubernamental que más necesitamos. Sin embargo, que el poder caiga de uno u otro lado parece depender más de agentes externos. Si descartamos un contundente voto de castigo a la regidora, como ya ha ocurrido en otras ocasiones, o que los aspirantes generen una ilusión desbordante, que no parece ser el caso, son los matices no poco importantes los que jugarán a favor o en contra de las candidaturas. Mientras la marca PSOE a nivel nacional acusa desgaste, la marca PP, al menos en lo regional, está en alza. La división en las múltiples marcas de la izquierda más esquinada- que no se pone de acuerdo por los sillones, no por el programa-, penaliza la posibilidad de representación y pactos; los huérfanos de Ciudadanos podrán buscar refugio en un PP alineado en su mismo espacio electoral, y los de la derecha que partieron de la casa del padre, saben que la batalla de las ideas no se libra en unas municipales.

Todo está por decidir; a cien días tengo la impresión de que habrá partido, prórroga y penaltis.