A título póstumo
La firma de Julio Asencio en Hoy por hoy Jerez
Jerez de la Frontera
¿Qué les parece a ustedes que los reconocimientos, tributos y medallas a significadas figuras de nuestra sociedad se los concedan cuando han fallecido, es decir, a título póstumo? Bien está que se les rinda públicamente el merecido homenaje institucional; pero convendrán conmigo en que resulta muy lamentable que no se les haya dado esa alegría cuando vivían y se habían ganado el galardón por sus demostrados méritos.
Tales actos expelen un inconfundible tufo a oportunismo politiquero con carácter oficial. Un ingrediente básico de estas celebraciones es hacerlas coincidir con la fecha redonda de aniversario del nacimiento o la muerte del homenajeado o de la homenajeada, así hayan transcurrido cien años. Y ya la gota que rebosa el vaso del cinismo es que distintas instituciones coincidan en darle cada una su título particular a la misma figura en idéntica fecha, no vaya a ser que alguna se quede en evidencia.
Aunque lo dicho hasta aquí puede aplicarse a muchos personajes célebres o famosos, seguro que ustedes están pensando en Lola Flores, ahora que se cumple el centenario de su muerte y llueven las insignias en su honor. Más vale tarde que nunca, dice el refrán, así que apartemos el politiqueo de turno y quedémonos con lo positivo, honrar a la Faraona en la medida de su enorme repercusión artística y popular.
Por lo menos en lo que respecta a Jerez, la creación del Museo de Lola Flores contribuirá sin duda a dinamizar esa zona del casco histórico de la ciudad, a la que tanta falta le hace desde que la convirtieron en aquel gran solar ruinoso que dejó el megalómano y malogrado proyecto de ciudad del flamenco, y que tanto dinero público nos costó.
Esperemos que se cumplan dichas expectativas, turísticas y urbanísticas, así como las relacionadas con el futuro Museo del flamenco, igualmente ubicado en la plaza Belén, recuperada como lugar digno y espacioso para los vecinos del barrio y para todos los jerezanos.




