Martín Vila: "Hemos demostrado que este gobierno ha sido útil para Cádiz"

Cádiz

El Ayuntamiento de Cádiz finalizará este año los trabajos de exhumación del cementerio de San José tras una ardua tarea que le ha servido al gobierno municipal para ahondar en su propósito de dignificar la memoria de los represaliados del franquismo en la ciudad y tratar de identificar la identidad de algunos de los restos. El teniente de alcalde, Martín Vila, concejal responsable de memoria democrática, detalla en esta entrevista los retos pendientes de este propósito.

Pregunta. Se inicia ahora la última fase de los trabajos de exhumación. ¿En qué van a consistir?

Respuesta. Es la última fase. En la anterior tuvimos el contratiempo, o la suerte según se mire, de que encontramos más resultados de los que esperábamos encontrar. Es decir, encontramos más individuos que los que esperábamos. Así que ahora comenzamos esta nueva, que será la última y definitiva. Vamos a intentar localizar a las últimas 69 víctimas con signos de violencia, y otras 30 que venían de penal. En esta fosa se da la paradoja de que hay víctimas con signos de violencia, y otras que venía del pena, sin esos signos. Su señalización y búsqueda es más complejo. El equipo de intervención es magnífico y en anteriores búsquedas consiguió localizar a víctimas con estas características.

P. ¿Cómo se ha conseguido esa información tan precisa del número de víctimas que se van a encontrar?

R. Lo conocemos porque, a diferencia de otras fosas comunes, en la provincia de Cádiz tenemos un aliado, que es el libro de registros del cementerio. Había un detalle exhaustivo de todas las inhumaciones que había. Por eso, sabemos las víctimas que vamos a localizar. Por eso en Cádiz, a diferencia de otros lugares, sabemos más cosas por ese libro de registros. Algunas vienen con nombres y apellidos, otras por desconocidos, pero podemos determinar que son víctimas del golpe por anotaciones que acompañan el registro de su inhumación.

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P. Recientemente, un equipo del Ayuntamiento se desplazó a Granada para seguir de cerca el proceso de identificación de los restos mediante ADN. ¿Cómo avanza ese proceso?

R. Va demasiado lento. Las familias llevan 80 años esperando cerrar esa herida porque en estas tareas de memoria tienen que ver con la recuperación de la dignidad. De la dignidad de una ciudad. Pero, aparte de la política, de los derechos humanos, está el dolor de las familias. Por eso, no es de recibo que la Junta siga atrasando tanto estas tareas de comprobación genética. Acudimos al laboratorio de Granada, vimos cómo trabajaban los técnicos de una forma brillante y eficaz para los pocos recursos que tienen. Hay que exigirle a la Junta que incremente esa dotación, que lejos de prorrogar el convenio, lo dote con el presupuesto necesario para que esas labores se agilicen. Hay muchos familiares que llevan arrastrando muchos años y cada día que se retrasan esas comprobaciones puede ser crucial.

P. ¿Qué momento recuerda especialmente en este proceso de exhumación e identificación en el cementerio de San José?

R. La mayor satisfacción en estos ocho años ha sido haberlo hecho. Hay en Cádiz una plataforma por la memoria histórica muy buena. Algunos, por desgracia, ya no están con nosotros, como Carlos Perales. Demostramos que se podía hacer, que era solo una cuestión de voluntad política, y la satisfacción cobra mayor valor cuando ves que esos vecinos salen del ostracismo, de la oscuridad, y se identifican como familiares de víctimas de la represión. Es muy gratificante ver cómo vecinos con los que compartías cola en la panadería, o en la carnicería pueden decir que son parientes de represaliados. Y es más gratificante aún cuando puedes devolverles a estos vecinos sus restos, como fue el caso de López Quera, el practicante de la ciudad. Más aún, si cabe, cuando aparte de las labores de exhumación e identificación vas sumando toda la labor para acabar con la simbología, o cambiando el callejero, lo que devuelve a esas familias la dignidad pendiente. A la familia de López Quera le tengo especial cariño porque fue la primera víctima que entregamos a sus familiares y actuaciones como el cambio de nombre del estadio han permitido que esos mismos familiares puedan pasar por delante del estadio sin ver el nombre de su verdugo.

UN PARQUE PARA CÁDIZ

P. Cuando terminen estos trabajos de exhumación de restos, ¿qué pasos quedan por dar hasta que empiece a construirse el parque que se ha diseñado allí?

R. Cuando terminen estas tareas, emitiremos un certificado para que la propia Junta de Andalucía, que aprobó las tareas y estableció una cautela, levante esta cautela. A partir de ahí, empezará la reurbanización de esta zona de la ciudad, donde se construirá un gran parque verde, un pulmón que necesita por ser un lugar estratégico y servirá para coser el Paseo con la avenida, será un bulevar amplio y diáfano para transitar y unir ambas zonas de la ciudad de forma peatonal. Y también hay que destacar que en uno de los extremos se ubica uno de los referentes educativos de la ciudad, el Instituto Drago, y el planeamiento prevé un equipamiento deportivo con un gimnasio y pistas, que se ubicará ahí también. Seremos el primer ayuntamiento en certificar la finalización de esta deuda pendiente con la memoria. Y el siguiente paso será cumplir con este reto pendiente del parque.

P. Este era uno de sus proyecto estrella. Ya ha anunciado que no se vuelve a presentar a las elecciones municipales. ¿Qué otros proyectos le gustaría culminar antes de irse?

R. La política y lo personal muchas veces se confunden en el fragor de lo cotidiano. El cementerio era un reto especial y es una satisfacción poder terminarlo. Estaba recogido en el programa político, es algo que reclamábamos desde la oposición y que hemos cumplido en el gobierno. La representación política tiene su tiempo y hay que actuar con la misma fuerza desde el primer día hasta el último, porque la ciudad pertenece. Y la ciudad necesita del esfuerzo, de la inteligencia, de todas las personas que lleguen a ser cargo público para prosperar.

P. Junto al cementerio está Los Chinchorros, un bloque de viviendas que, finalmente, se ha conseguido volver a entregar a sus propietarios tras años de parálisis. ¿Qué sensación le ha producido?

R. Hemos podido demostrar que era posible rescatar a muchas vecinas y vecinos que sufrieron la estafa del ladrillo en sus propias carnes. Tenía la componente urbanística, de desbloquear esa operación, y ha sido también una oportunidad para demostrar que la política puede ser útil, buscar el bien común. Los vecinos han vuelto a sus casas y han comprobado que la política es útil. Ha sido una satisfacción plena.

P. ¿Y qué retos le quedan?

R. Quedan muchas cosas pendientes. Hemos sufrido en este mandato el parón que supuso la pandemia. Eso va a dejar muchas cosas pendientes, pero muy encajadas para que se ejecuten en los próximos meses. No hay que trabajar pensando en lo que uno pueda inaugurar, sino entender que el compromiso con la ciudadanía va mucho más allá. Habrá proyectos que no terminaremos, pero que llevarán nuestro sello: todo lo que tiene que ver con la movilidad, con la implantación de la zona de bajas emisiones, la propia puesta en funcionamiento del sistema público de alquiler de bicis, el pliego de autobuses... Para que el que venga en la siguiente corporación, hemos avanzado mucho en estos trabajos. El que se haga la foto ya es algo residual. Lo importante es que la ciudad mejore.

LA NECESIDAD DE UN ACUERDO

P. ¿Cuál es su papel en el intento de llegar a una confluencia con Adelante Cádiz?

R. En mi caso estoy poniendo todo lo que se puede poner para que esto se alcance. Hemos demostrado que en ocho años la unidad ha permitido avanzar la ciudad en muchos aspectos. Hemos demostrado que se puede gobernar de manera distinta, rebajando la deuda, planteando un cambio de movilidad en favor de la sostenibilidad, en favor del peatón, planteando cosas que parecían inverosímiles como todo lo que hemos logrado en materia de memoria histórica, modificar un PGOU para limitar los pisos turísticos siendo una avanzadilla a nivel estatal... Más allá de que hayamos podido tener algunos errores o defectos, hemos demostrado que este gobierno ha sido útil para esta ciudad y ese gobierno ha sido útil porque ha mantenido la unidad. Por eso espero que los compañeros de Adelante vean la necesidad y la oportunidad de seguir manteniendo este gobierno de unidad. Tenemos que ir a las elecciones de mayo con la mayor garantía y eso se consigue manteniendo la unidad.

P. ¿Qué impide ahora mismo llegar a un acuerdo?

R. Hay un equipo negociador. Hay varias propuestas sobre la mesa. Lo que sí hay que hacer es un llamado a que lo que pase fuera de Cádiz se quede fuera de Cádiz. Lo que pasa fuera del río Arillo, del puente.., debe quedarse ahí. Ni un conflicto ni en Madrid ni en Sevilla puede perjudicar lo que aquí tan bien se ha llevado en estos ocho años. Ese es el mensaje que pido a los compañeros de Adelante.