Carmen Arias: "La atención primaria no es reproducible en la sanidad privada"
La presidenta del Colegio de Médicos de Córdoba pide a las aseguradoras privadas que aumenten lo que pagan a los facultativos y exige al SAS contraprestaciones por trabajar en zonas de difícil cobertura
Córdoba
Se reivindica como "de pueblo" porque nació en Villaralto, una pequeña población de la comarca del Valle de los Pedroches que marcó no solo su niñez, sino también la forma en que realiza hoy su ejercicio profesional. La primera mujer en ocupar la presidencia del Colegio Oficial de Médicos de Córdoba —que representa a más de 4400 personas—, María del Carmen Arias, cree que la medicina en zonas rurales mantiene una relación con las pacientes que se ha degradado en las grandes urbes. Así, reivindica la atención primaria como "la base del sistema", aunque admite que tiene que defenderla "no solo fuera del oficio".
Se colegió hace 34 años y, ahora, al frente de la organización profesional, quiere "expandir las actividades a la provincia", pide a la administración "aumentar el diálogo y alcanzar consensos" e insta a los facultativos a "sacar tiempo para investigar y actualizar conocimientos". "Quiero trabajar para todos los médicos y que mis compañeros nos digan aquello que necesitan", sentencia Arias en declaraciones a La SER.
Llevamos semanas de fuerte actividad reivindicativa por parte de los médicos de atención primaria de la provincia, tanto por falta de personal como por el número de pacientes que tienen que atender a lo largo de una jornada. ¿Qué pulso le toma el colegio profesional a la situación actual?
Lo que percibimos es el agotamiento de unos profesionales que se están entregando por encima de sus máximos. Lo cierto es que somos pocos médicos porque en su momento no se planificó bien, así que los que estamos tenemos que atender e intentar resolver el caso en poco tiempo, lo cual es complejo y en muchas ocasiones conlleva la saturación de ciertas especialidades porque el médico de Primaria no puede más.
Pero la atención primaria no es un ente único ni depende solo de los médicos, sino que hay muchos otros colectivos implicados. En cualquier caso, insisto en la importancia de que la población haga un uso adecuado de los recursos disponibles y del sistema sanitario. Y ahí tenemos que educar nosotros también.
Teclean ustedes tanto durante la consulta que, en ocasiones, apenas miran al paciente a la cara...
Es cierto. Nos sobra burocracia y tenemos poco tiempo por paciente. Que quede todo registrado facilita mucho el trabajo y disponemos de una base de datos enorme para que cualquier especialista pueda seguir todo el historial de una persona, pero es cierto que la 'entrevista' con el paciente no puede darse mirando a un ordenador.
En Diraya —el software que utiliza el SAS— tenemos que escribir lo que nos relata el paciente, el cuadro clínico que presenta, aquello que exploramos, si le prescribimos alguna prueba o recetamos algún medicamento, si hacemos una propuesta de diagnóstico o si hay que elevar el caso a otro nivel asistencial. Eso consume muchísimo tiempo.
Tenemos una base de datos gigante que hace todo más fácil, pero es cierto que no debemos hacer la 'entrevista' con el paciente mirando al ordenador
— Carmen Arias
La 'nota de corte' para entrar en la facultad de Medicina de la Universidad de Córdoba en 2022 fue de 13,45 puntos. Con la falta de profesionales que tenemos, se plantea aumentar el número de pupitres en las universidades. ¿Está de acuerdo?
Los que empiecen la carrera hoy estarán operativos en once o doce años, por lo que el problema de falta de planificación viene de atrás. Pero no podemos caer en el error de aumentar en exceso el número de plazas en las universidades para que luego el sistema no pueda acoger a esos profesionales, como ha ocurrido anteriormente. Recordemos que, durante los momentos de crisis, los poderes públicos quieren ahorrar y no contratan todo lo que se debiera.
¿Cuántos médicos estima que haría falta contratar en la provincia de Córdoba para optimizar la atención primaria?
Es un cálculo difícil de hacer, pero reducirlo todo a la contratación de médicos es reduccionista. También hay que agilizar trámites y dotar al sistema con más personal administrativo. Cada día se le exigen más cosas al médico de familia sin que se aumenten los recursos con los que cuenta.
¿Se avecina una avalancha de jubilaciones en el SAS?
Tenemos muchos médicos que siguen ejerciendo pese a haber superado la edad de jubilación. Eso sí, vemos que cada vez más compañeros quieren jubilarse en su momento.
Sin duda, el aumento en los próximos cinco años va a ser significativo. Los que ahora llegan a esa edad salieron 'al mercado' en una época de exceso de médicos y tuvieron que trabajar en unas condiciones muy malas. Cuando llegaron los numerus clausus, la balanza se equilibró, así que ahora se jubilan más de los que llegan.
Y tenemos médicos que se forman aquí y se marchan a otras autonomías o fuera de España...
Aquí se siguen haciendo contratos que no son atractivos para que la gente joven se quede. Para conseguir un sueldo digno hay que hacer consulta y guardias de veinticuatro horas. Y en zonas rurales, también eres 'servicio de urgencias': quizá atiendes un paro cardiaco, un atropello o un accidente cerebrovascular. Todo ello con sueldos que son todavía bajos, aunque hayan mejorado en los últimos años y hayamos acortado algo de distancia respecto a otras comunidades autónomas.
Usted tutoriza MIR en una zona rural, ¿qué le dicen?
La mayoría prefieren trabajar en la puerta de un hospital a escoger una zona rural a la que tienen que desplazarse. Aunque sí que perciben la cercanía con el paciente y las bondades de hacer seguimientos. Tutorizarlos me aporta también una visión nueva de las cosas.
Son gente muy joven y que sacrifica mucho; y el salario base, sin guardias, es muy bajo. Fíjese que cuando yo empecé ni siquiera teníamos descanso prefijado después de 24 horas de trabajo, hasta que Europa dijo que había que poner freno a eso. A día de hoy, los residentes sacan muchísimo trabajo 'de campo' adelante.
¿Por qué decidió usted ejercer en Villaharta?
Porque soy de pueblo y porque la medicina rural te aporta muchas cosas. He estado en hospitales y al final siempre me ha gustado más otro tipo de vida.
Ejercer en zonas rurales tiene que conllevar alguna contraprestación
— Carmen Arias
Hace poco, en Palma del Río, algunos compañeros amenazaron con renunciar a su plaza si la Junta no reforzaba la plantilla y atendía a sus reivindicaciones. ¿Cómo se vivió desde el Colegio de Médicos una situación así?
Los motivos de la protesta eran totalmente justos. Las poblaciones de difícil cobertura, como Palma del Río, Fuente Obejuna o Peñarroya, son destinos que los médicos no escogen. Por eso venimos pidiendo condiciones especiales para ejercer en estas zonas.
En otros países se hace. No sólo con prestaciones económicas, sino favoreciendo a esos profesionales a la hora de escoger plaza definitiva, por ejemplo. Aquí apenas tenemos un pequeño extra por guardias, que tienes que invertir en gasolina para desplazarte hasta la zona donde ejerces.
También están empezando a movilizarse los médicos que trabajan en la sanidad privada. ¿Qué opinión le merece?
Córdoba es una de las provincias de Andalucía donde más ejercicio privado hay: algunos tienen una consulta como autónomos, otros dependen de las compañías aseguradoras, una parte presta servicios en hospitales y otra compatibiliza el trabajo en la pública y en la privada. Así que el sentir es de lo más diverso y las casuísticas, heterogéneas.
Sin embargo, lo más sangrante está en las condiciones ofrecidas por las compañías aseguradoras, que no han revalorizado lo que pagan en prácticamente treinta años. Mientras, el profesional que tiene una consulta continúa actualizando sus equipamientos, se sigue formando para estar al día y afronta gastos fijos asociados a su actividad como puede ser la factura de la luz o los salarios de otros profesionales. Todo sube, menos lo que pagan las aseguradoras a los médicos.
Hablamos de diez euros por consulta o de seis euros por una radiografía. Incluso hemos conocido casos de que cuando un paciente requiere de varias consultas, la compañía deje de pagar. Es indigno.
Hay aseguradoras que pagan a los médicos diez euros por consulta
— Carmen Arias
Esta semana, en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía salía publicada la orden en la que se pone precio al concierto de varios servicios médicos, entre ellos la consulta de atención primaria. La oposición y los sindicatos la rechazan frontalmente y dicen que "es una declaración de intenciones sobre privatización", mientras que la administración lo niega y dice que recurriría a concertar consultas en situaciones muy extraordinarias...
No sabemos cómo podría aplicarse. Los conciertos con la privada son algo que se viene haciendo desde hace muchísimo tiempo, por ejemplo, en determinadas intervenciones quirúrgicas. Se externalizan porque, a veces, lo que se puede hacer desde la pública no es suficiente.
Supongo que han pretendido ampliarlo a la atención primaria, pero no me aventuro a valorar si los precios de ese hipotético concierto de consultas son o no los adecuados.
¿Y qué le parece que se abra esa puerta por primera vez en Andalucía?
Es complicado. La Atención Primaria no es reproducible en el sistema privado y tampoco hay personal suficiente. Habría que aumentar los medios y los recursos en la sanidad pública para conseguir que alcancemos una atención finalista para los pacientes, de tal forma que no saturemos otros niveles de la atención.
¿Son los propios médicos los que infravaloran la atención primaria?
Sigue sin romperse el estereotipo y me sigo preguntando el porqué. La gente no quiere esta especialidad: el año pasado quedaron 200 plazas desiertas en Andalucía. Somos la base del sistema y hacemos cosas muy importantes.
Álvaro Guerrero Jiménez
Redactor y editor en los servicios informativos de la Cadena SER en Córdoba. Previamente ha trabajado...