El burro en Misa

LA OPINIÓN: Lo que todos temíamos (parece que el entrenador no) se ha producido para sorpresa de la dirección del Almería y de su director único deportivo. El Almería se ha metido en el fango del descenso sin tener jugadores con experiencia en estas lides.

Tenia que pasar después de los números que ha ofrecido el equipo tras el parón y después de ganar solo 7 partidos en lo que va de temporada. El camino al pozo parecía cantado y nada se hizo para evitarlo a tenor de los resultados.

Todos conocemos al Turki ganador e invencible, a ese que marca los plazos de los objetivos deportivos y se cumplen pero nadie sabe su respuesta ante una situación adversa en esa Primera División tan deseada.

Presión

Cuando los equipos se meten en el fango cuesta mucho salir. A los veteranos en estas lides le suele ser más fácil pero al final pesan las botas y los resultados no llegan.

Todos te miran en la competición como un colista y hasta en las dudas arbitrales te toca perder porque pesan los escudos y la clasificación. Lo sabemos de sobra.

Inexpertos

La peor noticia para el Almería es que no tiene en su plantilla jugadores de corte guerrero para pelear la salida del pozo y la experiencia en estas situaciones brilla por su ausencia.

Disfrutar de la Primera División ha sido bonito hasta caer en el pozo que ya fue destino del Almería en las jornadas 7 y 9, pero hubo una reacción y hasta un colchón de 5 puntos.

Imprevisible

Y lo peor de todo es que a Guillermo Blanes y a Alfonso García los veíamos, los conocíamos y hasta los tocábamos llegadas estas situaciones de alerta roja. Pero a Turki nadie lo conoce.

Lo que piensa hacer el presidente del Almería solo está en su mente y ni sus empleados en Almería saben por donde va a salir. Conocemos al Turki vencedor pero nadie sabe de su talante perdedor y ahora peligra la Primera División.

A lo tonto a lo tondo el equipo ha metido el burro en Misa.

Habrá que volver a La Patrona para rezar.