Un 8 de marzo nuevamente dividido

Jerez de la Frontera

Este miércoles 8 de marzo vuelve a conmemorarse, como viene siendo tradicional, el Día Internacional de la Mujer. Si existe una fecha señaladamente significativa en el calendario, esta es precisamente una de ellas. Celebración importante y necesaria, ya que la igualdad efectiva entre sexos aún no se ha conseguido. Expresiones comunes tales como “brecha salarial”, “techo de cristal”, “paridad” o”violencia de género” siguen poniendo de manifiesto que aún queda camino por recorrer en materia de igualdad.

Si bien es cierto que en nuestro país y aquellos de nuestro entorno(particularmente Europa y resto de países de tradición democrática) la igualdad formal en materia de derechos es una realidad, también lo es que en numerosísimas partes del mundo no es que no exista igualdad formal en materia de derechos, sino que se consagra a nivel formal la discriminación entre el hombre y la mujer. Es por ello que sigue siendo necesario seguir alzando la voz frente a esta situación.

El movimiento feminista ha hecho y sigue haciendo mucho bien en beneficio de la lucha por alcanzar no solo la igualdad formal, también la igualdad material entre hombres y mujeres. Si algo ha caracterizado al movimiento feminista, tiene que ver no solo con su justa aspiración, sino también con la firmeza y contundencia de sus planteamientos y con su unidad de acción.

En los últimos años, en España han aparecido grietas en el movimiento feminista. Llama particularmente la atención que esto ocurra cuando las políticas de igualdad se encuentran en el frontispicio de la acción de Gobierno. Algo está sucediendo en el actual Ministerio de Igualdad para que las discrepancias en el activo movimiento feminista se traduzcan otro año más en celebrar por separado su día más importante, el 8 de marzo. Todo un símbolo de lo que ni puede ni debe ser.