Sevilla 2-1 Almería: Huele a quemado

No hay más cera que la que arde. La UD Almería sigue siendo como el mal estudiante y comete los mismos pecados día tras día, semana tras semana, cargando de berrinches a una afición siempre fiel, pero con una carga de vacunas en forma de derrotas que hace activar las alarmas.

Se puede analizar el 2-1 desde mil y una perspectivas. Quedarse con las oportunidades perdidas por Luis Suárez no lleva a ningún sitio. Y es que el Almería dejó pasar otro tren que llevaba a salir del descenso y ganar por fin fuera de casa. El peor Sevilla que se recuerda en mucho tiempo, con deficiencias atrás que superan, que ya es decir, a las del Almería. Y por eso absolutamente nadie se puede ir ni con una media sonrisa a la cama, porque si el Sevilla está mal, lo del Almería ya se queda sin calificativos.

Preocupación No fue un partido catastrófico como el de Girona, aunque si generas ocasiones y no marcas es el mejor indicativo de que este equipo nunca remata la faena. Le pueden poner la alfombra roja con el 0-1 de Akieme en el primer parpadeo, que ni por ese camino. A partir del 0-1 se desató una nueva tormenta. Paso atrás descarado entregando el protagonismo al Sevilla y a despejar balones a diestro y siniestro. Con 44 goles en contra en lo que va de Liga ese rumbo lleva al fracaso.

La fruta cayó de madura en el minuto 46, todo ello tras las lesiones musculares de Akieme y Touré más el golpe de Bono que acabó en el hospital. Penalti claro de Pozo a Telles que Ocampos transforma en el empate.

Creer En el descanso se encendería una luz en el vestuario. Defendiendo no había nada que hacer y entonces el Sevilla sufrió. Desde lo más alto del Pizjuán la sensación del equipo de Sampaoli era preocupante pero el Almería no fue capaz de meterle el miedo en el cuerpo. Suárez perdonó en varias ocasiones el segundo y Lamela finiquitó la tarde con un testarazo en el 72.

Puede que la culpa de la penúltima plaza, de haber sumado solo dos victorias en lo que va de año, y de los continuos fallos que cuestan partidos no sea completamente de Rubi, porque de sensaciones no se vive en la jornada 25. Hacen falta realidades y el Almería no ganó ni puntuó en Sevilla porque no creyó del todo. No hay consuelo para el millar de rojiblancos, que empiezan a oler a quemado, a ver que la palabra prohibida suena por el Mediterráneo. A solo un punto de salir del pozo, cierto, pero el corazón late a mil por hora con un tropiezo en el que tu rival, con tus mismos problemas, te gana por tus mismos pecados.

Hechos Sorpresa en la alineación con Arnau y Centelles sustituyendo a Akieme por lesión. La falta de ritmo  se palpaba en ambos. Las palabras se las lleva el viento y las sensaciones también. Hay que ganar y dejarse de historias. Escuece mirar la clasificación y encontrar al Almería penúltimo viendo pasar trenes como el del Pizjuán. Los resultados mandan y el sábado con el Cádiz no solo Rubi se juega mucho. Ni Lamela, ni Ocampos, ni En-Nesyri; el problema no fue de nombres ni de futbolistas, sino de creer. Volverá a salir el sol y una afición que pierde años de vida con tantos tropiezos estará ahí, al lado de su equipo, porque no quieren ni escuchar la palabra descenso.

FICHA TÉCNICA

SEVILLA FC Bono (Dmitrovic, 33’), Telles (Acuña, 61’), Nianzou (Brian Gil, 51’), Badé, Jesús Navas, Gudelj, Suso (Óliver Torres, 61’), Rakitic, Ocampos (Lamela, 61’), Joan Jordán y En-Nesyri.

UD ALMERÍA Fernando, Akieme (Centelles, 11’), Babic, Ely, Chumi (Baptistao, 75’), Eguaras, Robertone, Arnau Puigmal (Portillo, 56’), Alejandro Pozo, Luis Suárez y El Bilal Touré (Largie Ramazani, 11’ - Dyego Sousa, 75).

GOLES 0-1, min 2: Akieme. 1-1, min 46: Ocampos, de penalti. 2-1, min 72: Lamela.

ÁRBITRO De Burgos Bengoetxea.