Festival de Jerez ¿Éxito redondo?

Jerez de la Frontera

Finalizo la vigésimo séptima edición del Festival de Jerez de Flamenco. Puesta en el mapa y en el calendario como una de las citas fundamentales en el orbe del flamenco, Jerez ha vuelto a disfrutar en dos semanas de lo último en lo concerniente básicamente al baile flamenco y a su acompañamiento en forma de toque y cante.

Éxito según estadísticas de asistentes a los espacios escénicos con centro fundamental en nuestro teatro Villamarta, en cursillistas y visitantes, ávidos de conocimiento y vivir flamencos.

Hasta aquí todo perfecto, objetivo cumplido el ir alcanzando las cotas de aforos, asistencia y visitantes. La hostelería y el negocio del hospedaje satisfechos. Veintisiete ediciones, veintisiete años de una genial iniciativa. Ahora bien…, ¿es suficiente?. Y cuando lanzo esta pregunta me refiero a ese punto, creo de autocomplacencia que desde el Ayuntamiento y organización se ha alcanzado al reiterar un modelo de éxito, sin duda, pero para los adentros.

Y me explico, es tal la dificultad de sacar adelante estas dos semanas que pudiera entenderse que el éxito pudiera provocar una sensación de “regocijo y mirarnos al ombligo” como si no hubiera más jugo que sacar a tan maravillosa idea. Caeríamos en un error imperdonable.

El Festival de Jerez ha de crecer, no todo está hecho. Por un lado, el Festival ha de hacer crecer esa “industria” alrededor del flamenco, como satélites alrededor del Festival han de aparecer otros pequeños festivales de formas alternativas al flamenco, actividades en torno a la moda flamenca, ciclo de exposiciones de todas las artes plásticas y literarias, etc., en definitiva el Festival como centro en torno al cual aparezcan nuevos “satélites” de cultura y economía.

Y por último, el gran objetivo no cumplido, hacer el Festival algo de Jerez y los Jerezanos, que lo sintamos como algo propio y no de unas minorías encerradas en el Teatro Villamarta. El Festival ha de salir a la calle que se vea, se oiga y se sienta como algo que está pasando en la ciudad, en la calle. Mientras no consigamos eso, el Éxito con mayúsculas no será redondo.