La biografía del escultor jiennense Jacinto Higueras, reflejada en un nuevo libro
Jacinto Higueras Fuentes fue uno de los escultores contemporáneos más importantes de principios del siglo XX, con múltiples obras repartidas por la provincia y otros puntos de nuestro país
Jaén
La biografía del escultor jiennense Jacinto Higueras, reflejada en un nuevo libro. Jacinto Higueras Fuentes fue uno de los escultores contemporáneos más importantes de principios del siglo XX, con múltiples obras repartidas por la provincia y otros puntos de nuestro país. Mañana domingo, en el trascoro de la Santa Iglesia Catedral de Jaén (delante del Cuadro de ‘las tijeras’), se realizará esta presentación organizada por la Cofradía de la Buena Muerte de la capital. Será a las 19:30 de la tarde y con entrada libre hasta completar aforo.
El libro lleva por título ‘Jacinto Higueras Fuentes. Escultor 1877-1954’, y se trata de una profunda obra de investigación realizada por Ana Higueras Rodríguez. Aborda la interesante vida y obra de este escultor nacido en Santisteban del Puerto el 22 de febrero de 1877 y que falleció en Madrid un 20 de noviembre de 1954. El autor, precisamente, del Cristo de la Buena Muerte de Jaén se marchó a Madrid en 1894, donde se forma en los talleres, primero del escultor Agustín Querol, y tres años más tarde con el afamado escultor Mariano Benlliure, con quien trabaja durante nueve años.
Posteriormente regresó a su tierra, recibiendo en 1909 su primer encargo importante, el Monumento a las Batallas de Jaén, que se inauguró en el año 1912. A partir de entonces tuvo multitud de encargos, que tras la Guerra Civil Española, serían principalmente de obras religiosas para cofradías e imágenes para iglesias. Participa en las Exposiciones Nacionales, obteniendo la segunda medalla en 1910 y la primera en el año 1920. Fue nombrado académico en 1942 de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Tras su fallecimiento y por donación de su familia, se constituyó el Museo Jacinto Higueras en Santisteban del Puerto, donde se celebra bienalmente un concurso internacional de escultura.
Realizó obras tan destacadas como el citado Cristo de la Buena Muerte Catedral de la Asunción de Jaén (1927); Padre Jesús Nazareno de Pedro Abad en Córdoba (1939); Jesús Nazareno de Úbeda (1940); la Estatua de Bernabé Soriano en Jaén (1915); el Santísimo Cristo de la Vera-Cruz de Villacarrillo (1941); Ntro. Padre Jesús en la Oración en el Huerto de Alcalá la Real (1950), el Cristo Yacente de León (1951); Nuestro Padre Jesús de la Pasión de Guadalajara (1945); el Monumento funerario de Armando Palacio Valdés en Avilés (1945) o Nuestro Padre Jesús Nazareno de Los Villares (1954) entre otras muchas obras.