Córdoba

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Loyola ha proyectado el impacto económico que podría tener en Andalucía la sequía, de continuar durante un año más. Los datos ponen luz a una situación que se prolonga desde hace un lustro y aterrizan la gravedad que tiene la falta de recursos hídricos sobre el sistema productivo de la comunidad autónoma.

Desde el inicio, el escrito científico plantea el efecto dominó del problema: la afectación de aquellas actividades que utilizan el agua como una parte crítica de su proceso de producción —agricultura, suministro de electricidad, etc.— repercute directamente en la productividad de empresas y sobre los bienes y servicios disponibles. El coordinador del estudio, el catedrático de Economía Manuel Alejandro Cardenete, habla de un "estudio que hace una 'predicción' si la situación de falta de precipitaciones se mantiene constante, pero que cuantifica una realidad que ya tiene consecuencias".

Según el informe, elaborado por Cardenete y las investigadoras Luz Dary Beltrán y Paula Villegas, "de prolongarse durante un año más la sequía, el impacto negativo en el Producto Interior Bruto (PIB) de Andalucía podría superar el 7 %". La simulación incluso analiza aquellos sectores más afectados, como la agricultura, donde la caída en términos de PIB alcanzaría el 52 %; mientras que en la industria alimenticia y del tabaco el indicador se desplomaría en un 15 %.

Para dimensionar el dato, el catedrático recupera el balance económico de la pandemia para recordar que "en los momentos más duros de la crisis sanitaria, la caída del PIB andaluz se sitúo en torno al 11 %. "No somos conscientes del nivel de dependencia que tiene nuestra región del agua", apunta Cardenete para remarcar que "nuestro volumen de exportaciones podría verse muy perjudicado por las repercusiones de la sequía en el sector agroalimentario". Y pone el AOVE como ejemplo, "del que exportamos el 70 % de lo que generamos, pero para producirlo necesitamos al olivar; y este necesita lluvias".

Otro de los datos más significativos que analiza esta proyección se refiere al empleo, pues "están en juego 120 000 puestos de trabajo", refiere el responsable del estudio. La seriedad del asunto hace que las conclusiones definitivas de este paper hayan sido puestas a disposición de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía antes de ser presentadas en congresos internacionales como el que celebrará la International Input-Output Association en Cerdeña.

La sequía en Andalucía pone en jaque 120 000 puestos de trabajo

—  Manuel Alejandro Cardenete

De hecho, el trabajo hace una llamada de urgencia a la correcta ejecución del Plan S.O.S. que acordó la administración autonómica en octubre del año 2022. En el mismo, se establecían varios ejes principales para mitigar los efectos de la sequía prolongada, como son la apuesta por la depuración y saneamiento, el abastecimiento en alta, la optimización de regadíos, la regeneración de aguas, la digitalización de la red de distribución o la recuperación protección y recuperación de las masas de agua subterráneas. De hecho, solo para depuración de aguas, la Junta ha consignado una inversión de 2000 millones de euros en el periodo 2022-2027, con el objetivo de llegar a proporcionar hasta 120 hectómetros cúbicos de aguas regeneradas a los regantes.

Según el trabajo de la Universidad Loyola, la aplicación a tiempo y de forma eficiente de dicha estrategia podría reducir a la mitad el impacto económico de la sequía en Andalucía, aunque incide también en la "necesidad de apostar por investigación, desarrollo y nuevas tecnologías" así como en la "importancia de la concienciación del tejido empresarial y de la ciudadanía" para aprovechar al máximo cada gota.

ESTADO DE LOS EMBALSES EN LA PROVINCIA DE CÓRDOBA

Sin previsión de lluvia en el horizonte, los recursos hídricos se siguen mermando. Con los últimos datos disponibles, el pantano de La Breña almacena solo 112 hectómetros cúbicos de agua, lo cual representa un 13,6 % de su capacidad total. El de Iznajar, por otro lado, se encuentra al 19,3 %, mientras quela media de agua embalsada de los últimos diez años muestra un 64 %.

El Arenoso está al 20,3 %; y Martín Gonzalo, uno de los que abastece a la capital, al 20 %. Este último se encontraba, en la misma semana del año pasado, al 25 %. Mientras, otro de los principales embalses de nuestra provincia, Puente Nuevo, se encuentra al 13 % de su capacidad: solo 37 hectómetros cúbicos de los 281 que podría almacenar.

Sierra Boyera está prácticamente vacío, por debajo del uno por ciento. Ahora, desde el pantano de La Colada se bombea agua en superficie gracias a las obras inauguradas recientemente, que envían el recurso hídrico directamente a la Estación de Tratamiento y, desde ahí, se vuelca a una red que abastece a 80 000 personas.

Las precipitaciones acumuladas en la cuenca del Guadalquivir durante el presente año hidrológico se encuentran un 42 % por debajo de la media en los últimos 25 años, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica.