Si es cerrado, es cerrado

La UD Almería no puede machacar el césped del Mediterráneo y hay varios entrenamientos que se llevan a cabo en el Anexo a puerta cerrada. Puede parecer extraña la decisión no por trabajar en secreto, sino porque desde los exteriores de la instalación se puede ver perfectamente lo que hacen los futbolistas y el cuerpo técnico. Esto va a ir cambiando en este tramo final de temporada porque en los alrededores se han colocado unas mallas verdes para impedir una buena visión del césped.

Era, y es habitual, que los aficionados se acerquen a los barrotes que rodean el Estadio para ver qué ejercicios hace el equipo. Sin embargo, cuando Rubi quiere desarrollar un ejercicio diferente o pensado exclusivamente para el partido, prefiere que sea en la más estricta intimidad.

Visión

Estas mallas se han colocado en las zonas donde no hay vegetación y se ve todo perfectamente, así como en uno de los accesos que no se utiliza junto al Palacio Mediterráneo, aún con los logos de los Juegos del 2005. Además, también sirve para los atletas que utilizan por las tardes el Anexo. Un 2x1.

Los clubes de Primera que cierran sus Ciudades Deportivas sí tienen esa facilidad para controlar todo lo que ocurre a su alrededor, pero el Estadio es tan grande y hay tanto espacio abierto que realizar un entrenamiento a puerta cerrada en el Anexo es casi misión imposible.

Al Estadio

Esta semana será el sábado cuando la plantilla se meta en el escenario del encuentro para cuidar al máximo el césped y que llegue en buenas condiciones al choque crucial con el Valencia. Lo de las mallas verdes alrededor del campo es una anécdota, una simple imagen, pero que deja bien claro que si una sesión es a puerta cerrada... es a puerta cerrada todo lo que se pueda.