Inquilinos de viviendas sociales de Málaga reclaman la rehabilitación urgente de los problemas estructurales que padecen en sus edificios

Málaga

El Instituto Municipal de la Vivienda, dependiente del Ayuntamiento de Málaga, gestiona un parque público de 3.929 viviendas con rentas que van de los 50 a los 400 euros al mes, según el presupuesto publicado por la entidad la partida de este año para el mantenimiento de edificios que incluye la conservación, reparaciones y adecuación con obras menores de los inmuebles que gestiona el Instituto asciende a 1,5 millones de euros de un presupuesto total de la sociedad que supera los 26,7 millones de euros para este año.

Y, entretanto, hay familias que residen en alguna de las viviendas sociales que gestiona el Ayuntamiento de Málaga que llevan años reclamando el acondicionamiento de las mismas, humedades en techos y suelos, puertas que no estaban cuando les fueron entregadas las casas en alquiler, sanitarios rotos, son solo algunos ejemplos. Hay casos en los que se ha reclamado en más de cuarenta ocasiones al Instituto Municipal de la Vivienda que sigue haciendo oídos sordos a inquilinos en riesgo de exclusión social, mujeres con hijos víctimas de malos tratos que residen en condiciones claramente mejorables.

De hecho, algunos de los proyectos más importantes de rehabilitación y que se llevan buena parte del presupuesto del organismo va destinado a la conservación de bienes municipales, este año, por ejemplo, se incluyen la del edificio de Cánovas del Castillo, el Hospital Noble o la Casona del Parque.

La Asociación de Vecinos del barrio de la Trinidad asegura que llevan años reclamando la rehabilitación de algunas de las viviendas con problemas estructurales con la callada por respuesta en la mayoría de las ocasiones y aunque, reconoce, se están realizando actuaciones por parte de la Junta de Andalucía con fondos europeos para mejorar la eficiencia energética de viviendas sociales a través de la sustitución de elementos como las ventanas o el aislamiento la presidenta de la asociación vecinal, Nieves Mira, asegura que el proceso está siendo lento.

Olga es una de las afectadas, lleva más de una década residiendo en una vivienda con alquiler social gestionada por la Instituto Municipal de la Vivienda, afirma que en la casa existen problemas estructurales de humedades que provienen del suelo y que van más allá del mantenimiento que se debe hacer por parte del inquilino, a ello suma azulejos que se desprenden, sanitarios rotos o puertas interiores que no estaban cuando se le entregó la vivienda.

Además, mantienen desde la asociación de vecinos, algunos vecinos no tienen capacidad para pagar el alquiler social de las mismas y acumulan deudas desde hace años y a ellos, mantienen, no se les atiende las demandas de mejoras en sus viviendas hasta que se pongan al día en el pago de las rentas.

Desde el Ayuntamiento de Málaga el concejal delegado de Servicios Sociales y vicepresidente del Instituto Municipal de la Vivienda, Francisco Pomares, asegura que desde el consistorio se gestionan alrededor de 170 viviendas sociales , propiedad de la Junta de Andalucía, en 23 bloques en el sector del barrio de la Trinidad que ya han sido supervisados por el organismo para detectar las obras urgentes, muchas de ellas relacionadas con la humedad, a través de un proyecto que se comenzó a realizar antes de la pandemia y que está valorado en cerca de trescientos mil euros. Desde el ayuntamiento, asegura Pomares se ha remitido una propuesta a la administración autonómica para que los alquileres que se cobran de estas viviendas sociales sea empleado para la rehabilitación de los mismos y aún se está a la espera de respuesta.