La Feria de Sevilla vista a través de los ojos de sus escritores y teóricos

Sevilla

Este próximo 23 de abril se celebra el Día del libro, una fecha que no es casual ya que se conmemora la muerte de Miguel de Cervantes, William Shakespeare y Garcilaso de la Vega. Para nosotros –los sevillanos-, además, será el domingo de Feria, una ocasión muy especial para que, con la colaboración de la Fundación Unicaja, dediquemos el programa a hablar de nuestra fiesta por excelencia, pero desde muchos puntos de vista: por supuesto desde la literatura y los escritores andaluces, pero también desde la cultura, la historia, la sociedad...

Porque hablar de La Feria de Sevilla es hacer un recorrido por los modos y costumbres de los sevillanos que comenzó, tal y como la conocemos hoy, en 1847. Bécquer, del que hablaremos más tarde, tenía entonces 10 años, una buena referencia sobre todo lo que implica desentrañar los entresijos de una fiesta que, con el tiempo, se ha vuelto universal.

Entre los invitados, Antonio Rodríguez Almodóvar, Premio Nacional de Literatura Infantil, apasionado de la tradición oral de los cuentos y estudioso de los Machado. Precisamente hace unos días inauguró en calidad de comisario, la última aportación de su colección de manuscritos de los hermanos Machado, la obra de teatro 'La diosa Razón'. Este volumen llegó a las librerías después de un trabajo de investigación sobre más de cuatrocientos documentos llevado a cabo durante dos años por el propio Rodríguez Almodóvar y Rafael Alarcón Sierra.

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Pero es que, además, Almodóvar perteneció al primer ayuntamiento democrático de Sevilla (1979-1983), cuando se diseñó una nueva ordenación de la Feria de Abril: gestión de casetas por turno de solicitud; creación de las diez casetas de distritos, con entrada libre; disciplina del exterior y del interior de las casetas; subasta rigurosa de los espacios de la Calle del Infierno (parque de atracciones); nuevos aparcamientos, transportes urbanos coordinados... Se creó una nueva calle del Real, dedicada a Curro Romero y, como curiosidad, en 1980 ni hubo Calle del Infierno ni paseo de caballos por problemas varios con estos colectivos.

Antonio Zoido, filósofo de formación, taurino de afición y amante del flamenco, ha dedicado su vida y obra a la gestión pública y al estudio de la cultura tradicional andaluza. Tiene tres libros en donde se recogen la historia y la cultura a través de la Feria de Abril: "Ciudad de una Semana"; manual de Cultura Andaluza "Ni Oriente ni Occidente " y "Doce teorías para Sevilla".

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Según Zoido, la Sevilla de verdad no se manifiesta en la Semana Santa, sino en la Feria, es ahí donde se presenta en sociedad: la Feria de Sevilla es realmente una ciudad, donde al sevillano "le gusta recibir", como si fuera su casa, de hecho, se lleva pertenencias propias para adornar la caseta y por eso vemos, en algunas ocasiones, hasta cortinas, visillos y macetas, como si fuera la casa de los propietarios... Según nuestro escritor, la Feria –realmente-empieza el Domingo de Resurrección con los toros, por lo que la Semana Santa y la Feria no están tan alejadas. Incluso avanza que el paseo de caballos pudo tener su origen en que se puso de moda un paseo de caballos el mismo domingo de Resurrección.

La visión más lejana de la Feria de Abril la ha puesto Pilar Alcalá, filóloga y poeta, presidenta de la Asociación Con Los Bécquer en Sevilla y de la Institución Literaria decana de Sevilla, Noches del Baratillo y es que, cuando nace la Feria tal y como la conocemos hoy, en 1847, Bécquer tenía once años. Años después, Bécquer le dedicaría un artículo en el periódico ‘El Museo Universal’ en 1869. Fue en la década posterior cuando el Real vio surgir casetas fundamentales de la historia de la Feria, como las del Círculo Mercantil e Industrial y la del Labradores. Fue el momento en que empezó a venir el circo a la ciudad.

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Hoy, un azulejo en los Jardines de Murillo recuerda la redacción de este riquísimo texto, fundamental para entender una de las celebraciones más importantes de la ciudad y del sur de Europa.

Curiosamente, aunque hace ya algunos años que la Junta de Andalucía declaró Bien de Interés Cultural la fiesta de verdiales de Málaga, la zambomba jerezana, la escuela sevillana de baile y algunas otras fiestas y costumbres andaluzas, no ha ocurrido lo mismo con la Feria de Abril. Hemos hablado también, a lo largo del programa, con Gema Carrera, directora del Atlas de Patrimonio Inmaterial de Andalucía (IAPH). Este trabajo reúne, en modo digital, más de 2.000 registros con elementos que pertenecen a la cultura andaluza entre patrimonio, fotografías documentos... Porque es la identidad cultural la que se sustenta en el pasado multicultural tan rico que tiene nuestra tierra y del que hay que dejar constancia, porque han sido elementos imprescindibles para la identidad, la cohesión y el diálogo social mediante la socialización.

Precisamente, y hablando de BIC, el alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, acordó hace unos días iniciar ante la Junta de Andalucía los trámites destinados a solicitar que el cante y baile por sevillanas sea declarado como bien de interés cultural, porque “es algo tan arraigado a la cultura y el folclore" de Sevilla que, además, se canta y baila por medio mundo".

Para hablar de sevillanas hemos invitado a Manuel Melado, Manuel Melado: artista en toda la extensión de la palabra. Escritor y poeta, tiene en su haber dieciséis libros editados. Autor y compositor, con más de trescientas sevillanas grabadas.

Como letrista, tiene registrados más de 300 títulos en la SGAE. Algunas de sus composiciones más conocidas son; Sevillanas para conquistar (Mírala cara a cara) del grupo Requiebros, Quiero cruzar la bahía, Que no nos falte de ná y A bailar, a bailar, interpretadas por Cantores de Híspalis. Sus letras han sido cantadas por casi todos los artistas relevantes del mundo de las sevillanas.

Y no podía faltar, ya para rematar un programa tan “feriante”, la bebida reconstituyente que nos da la vida cuando más cansados estamos: el caldito de puchero con hierbabuena, cuya receta nos la ha proporcionado el Estella Michelín, cocinero de Abantal, Julio Fernández.