Un estudio sitúa a Málaga en el camino del éxito en micromovilidad compartida al nivel de las grandes ciudades europeas

Málaga

Málaga se encamina a situarse a los niveles de las grandes ciudades europeas en cuanto a la micromovilidad que generan, aspectos, como el mayor uso de los patinetes eléctricos. Una de las empresa de vehículos eléctricos compartidos del mundo (Lime), ha realizado el primer estudio en España sobre la ordenación de la micromovilidad y convivencia urbana en las principales capitales y ciudades europeas analizando el modelo de Berlín, Roma, Milán, Londres, Lisboa, París, Sevilla o Zaragoza. La compañía quiere aportar soluciones en un contexto de "transición ecológica y transformación urbanística de las ciudades, a pocas semanas de las nuevas elecciones municipales. La movilidad será uno de los principales retos de los próximos años para los Ayuntamientos. Los patinetes eléctricos se han posicionado como una alternativa al coche, complementaria al transporte público. Por ejemplo, los usuarios de Lime han evitado más de 660.000 desplazamientos en coche desde la llegada de la compañía a Madrid y el 86% de los usuarios afirman que Lime les hace más propensos a utilizar el transporte público o a depender menos del coche. Sin embargo, también han supuesto una serie de retos comunes como la convivencia con el resto de vehículos y peatones", tal como describen en el citado informe.

Detalles del informe

El informe refleja que las ciudades que más "se han beneficiado de la micromovilidad compartida son aquellas que han desarrollado e implementando una regulación específica sobre las licencias de patinetes eléctricos y aparcamientos, así como normas concretas y claras sobre la circulación". Además, también destaca la colaboración "público-privada para potenciar todos los beneficios de este modelo". En este sentido, son referentes ciudades como Berlín, Londres, Madrid o Sevilla. Málaga, por ejemplo, va adquiriendo un sistema ordenado y regulado de micromovilidad compartida que se equipara a dichas ciudades europeas. “Ante los retos comunes de la micromovilidad compartida, es necesario dar una respuesta adecuada, proporcional y equilibrada desde las instituciones, que hagacompatible el desarrollo de la micromovilidad con la convivencia con los viandantes y otros vehículos”, asegura Arnau Pérez Valero, responsable de relaciones institucionalesde Lime España. Los datos de Lime tanto de la ciudad de Madrid como a nivel nacional y global son indicativos de los beneficios económicos, sociales y medioambientales de lamicromovilidad. En España, por ejemplo, en prevención de siniestralidad, los patinetes eléctricos produjeron 299 accidentes en 2022, ninguno mortal, frente a más de 5.511 demoto o más de 65.906 de coche.

La medidas en otras ciudades

Y en cuanto a la reducción de emisiones, sólo los patinetes de Lime en Madrid han evitado la liberación a la atmósfera de 184 toneladas de CO2 y de 78.424 litros de combustible El estudio destaca los modelos de ciudades como Berlín, Roma, Milán, Londres, Lisboa, Sevilla o Zaragoza, en contraste con la reciente decisión vía referéndum de prohibir el patinete eléctrico de alquiler en París, contradiciendo la tendencia global e incluso aotras ciudades del mismo país, como Lyon, Grenoble y Burdeos, que están expandiendo sus iniciativas de micromovilidad compartida. La prohibición provocará que 400.000 personas necesiten buscar otro medio de transporte, lo que probablemente ocasionará una mayor aglomeración en el transporte público y en el tráfico por carretera.

Los retos pendientes

Barcelona es otro caso excepcional donde no se regula ni permite la actividad de uso compartido del patinete eléctrico, dando pie a un crecimiento de los patinetes de uso particular y privando a la ciudad de las ventajas del modelo compartido. El estudio también pone de manifiesto que la tecnología empleada por los operadores de micromovilidad compartida recoge datos de valor sobre la circulación en las ciudades que pueden ser puestos a disposición de las administraciones locales para un mayor control y una mejor planificación del espacio urbano. Además, las compañías de micromovilidad hacen revisiones periódicas del estado de sus patinetes y renuevan sus flotas, contribuyendo a una mayor seguridad. “Las empresas de micromovilidad somos parte de la solución para construir ciudades con aire más limpio y soluciones de movilidad alternativas que son seguras, inteligentes, accesibles y conectadas. Las empresas, las instituciones y la ciudadanía debemos colaborar para garantizar una convivencia beneficiosa en las ciudades”, concluye Arnau Pérez Valero.

Eso si, el informe no ha tenido en cuenta la actual problemático que existe en puntos de la capital malagueña donde se acumulan, en muchos casos, los patinetes tirados en el suelo durante horas o la proliferación de numerosas empresas que buscan instalarse aprovechando el tirón turístico de Málaga. La ciudad de Málaga registra 17 accidentes de patinetes al mes, el 96 por ciento con daños personales. Es lo que revela la estadística de la policía local. Durante el año 2022 se ha producido 210 accidentes con patinetes eléctricos en la capital, de ellos, todos menos nueve han acarreado personas heridas. Los siniestros con patinetes ha aumentado un 28% en el último ejercicio y han superado a los registrados por las bicicletas, que fueron 164 durante el año pasado, 46 menos que de patinetes.

En los tres primeros meses de este ejercicio, las cifras también están por encima de las de los dos últimos años, con 43 siniestros en enero, febrero y marzo. Hay que tener en cuenta que en 201 accidentes se registraron daños personales. En Málaga hay siete compañías que alquilan patinetes, aunque el Ayuntamiento de Málaga lo quiere reducir a una, pero el concurso para hacer el cambio está recurrido ante la Audiencia Nacional.