25 mujeres denuncian por lesiones y mala praxis a una clínica de cirugía estética de Málaga

Córdoba

Se eleva a 25 el número de personas afectadas por lesiones tras ser intervenidas en la clínica de Estética Nikki Reina de Málaga. Tres de esas pacientes que han terminado denunciando al centro de estética, son de Córdoba.

La Policía Nacional detuvo en Málaga y posteriormente dejó en libertad con cargos a la propietaria, la exdirectora de la clínica Nikki Reina de Málaga y a dos de los cirujanos que trabajaba en este centro de estética, acusados de lesiones.

En aquel momento eran 14 las pacientes que se unieron para una denuncia conjunta y el número de afectadas ha seguido creciendo hasta llegar a las 25, y no descartan que se vayan incorporando más.

TRES AFECTADAS EN CÓRDOBA

Solo de Córdoba hay de momento tres mujeres afectadas. Las tres se han sumado a la denuncia conjunta contra la clínica por mala praxis.

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Una de ellas se llama Ana Belén, es enfermera, de Córdoba.

Según su testimonio ella misma eligió la clínica porque invirtió 11.000 euros en una operación de estética, pero terminó con secuelas, físicas y psicológicas. Esa operación fue en abril de 2022 en una clínica de Málaga "Anabel asegura que su vida "corrió peligro" que quedó con secuelas y que hoy está peor que cuando entró a la operación porque no se puede ni mirar al espero".

Ella, como ocurrió con otras muchas afectadas, se decidió por esa clínica, porque "publicitaban imágenes del antes y el después de personas famosas que habían sido intervenidas". Se decidió por ese centro, "a pesar de no ser una clínica barata", recuerda.

Ana Belén fue con la idea de hacerse una liposucción y una mini abdominoplastia. Uno de los médicos del centro le hace presupuesto, para ambas intervenciones: 11.000 euros ( solo la intervención; masajes, fajas y otros elementos, para el posoperatorio, aparte) y ella acepta.

Sin embargo, por motivos de agenda de la paciente, se ven obligados a cambiar de fecha. En una segunda valoración la ve otro medico, que le dice que "no es necesario que la mini abdominoplastia se lleva a cabo". Y conforme a eso actúan.

Pero algo sale mal en la intervención, a Ana Belén le perforan la tráquea, dañándole el mediastino, tanto como para tener que ingresar en la UCI y como para que le hayan quedado secuelas de por vida.

"Mi vida corrió peligro", recuerda Ana Belén. A pesar de ello, esa no sería la única sorpresa con la que se iba a encontrar.

Aunque no estaba previsto "cuando salgo de la UCI me doy cuenta de que me habían hecho la mini abdominoplastia", narra Ana Belén. El médico lo justificó diciendo que "a última hora vio que se me iba a quedar la piel muy flácida, y que me lo tuvo que hacer", dice recordando las palabras textuales de la persona que la intervino.

"Tengo secuelas de esa intervención: protuberancias, bultos, en el abdomen, y en la cintura. Ahora estoy mucho peor de lo que entré", lamenta Ana Belén.

Y ahí es donde empieza a pedir responsabilidad a la clínica, y es donde empiezan las excusas. El resto del relato ya es conocido. Una denuncia conjunta que suma cada vez a más pacientes y a la que no descartan que se incorporen todavía más mujeres afectadas.

Dice que hoy está peor que cuando entró a la operación, que no se puede mirar al espejo, que ha habido daños físicos, pero que también los ha habido ( y muy importantes) psicológicos.

Desgraciadamente ella es solo una de las pacientes que se han visto afectadas. Las 25 han abierto una demanda conjunta en la que reclaman a la clínica malagueña por lesiones, falsedad documental, estafa...

Ana Belén cree que es necesario que se aplique ya la Ley Sara, la norma aprobada por el Congreso de los Diputados a finales de 2022, que establece un mayor control para los centros estéticos, obligando a que el personal médico de estas clínicas privadas, que realice las operaciones de cirugía estética tenga la cualificación necesaria para ello. Una ley que establece un control más rígido en la autorización de centros, para evitar que se realicen este tipo de intervenciones sin ningún control, o por profesionales no autorizados.