La foto que lo dice todo

Miércoles, 19:30 horas. La UD Almería viene de perder en casa contra el Athletic de manera clara y visita el Coliséum Alfonso Pérez. Los almerienses que viven en Madrid se animan a desplazarse a Getafe -también desde nuestra capital- para buscar lo que ya parecía imposible: una victoria lejos del Mediterráneo.

El partido de Luis Suárez se vio acompañado por el resto del equipo, que si sufrió fue por su falta de contundencia en el área azulona porque la segunda mitad fue de claro dominio y oportunidades claras de gol. En un 'quesito' del fondo norte cientos de rojiblancos empezaron a creer con el golazo del colombiano en el minuto 7 y el segundo al inicio de la segunda mitad. Desde la cabina 21 del Carrusel Deportivo y en la retransmisión de la tele se escucharon sus gritos de ánimo.

Detalle

Pero esta vez la foto que define el sentir de los corazones no la firma el vestuario con todos juntos celebrando el triunfo, sino los valientes que fueron al Coliséum y que se fueron cargados de moral para lo que viene. Aitor (@UDAenMadrid), publicó en su cuenta de Twitter la imagen de la felicidad de muchos rojiblancos, una foto que dio la vuelta a las redes sociales porque ellos también son parte del éxito.

A tiempo

Tras catorce desplazamientos en blanco ya casi se había olvidado cómo sabía la victoria y en Getafe, en el campo de un rival directísimo en la recta final por la permanencia, ganar tenía premio doble. Este sábado toca el Santiago Bernabéu, es el momento de visitar al Real Madrid, donde sí habrá una nutrida presencia de seguidores del Almería, pero cuando no se podía fallar era el miércoles y la foto de Aitor es el reflejo de una grada que nunca se rinde.

El equipo se acercó hasta el fondo con el pitido final de Alberola Rojas para agradecer su apoyo y también Rubi en sala de prensa les mandó un mensaje porque en las situaciones límite siempre han estado ahí e incluso hubo partidos en el Mediterráneo donde la grada estuvo por encima de los futbolistas. Tardó, pero llegó la felicidad a domicilio. Hasta que llegue el sábado, ¡a disfrutar!.