El fútbol se cuela en el cielo en el I Memorial a Jesús Verdejo

Un día muy especial y emotivo tanto en la hierba como en la grada del campo Anexo del Estadio de los Juegos Mediterráneos. El fútbol sí tiene memoria y se celebró la primera edición del Memorial a Jesús Verdejo, aquel consejero del Almería que, con el paso del tiempo, se convirtió en el embajador del club rojiblanco con el paso de los años, con el paso de la temporadas y con el paso del tiempo.

El Almería de Veteranos y el Cieza jugaron por y para Jesús Verdejo que no se perdió ni un solo detalle de un partido que se coló en los corazones de aquellos que tuvo la fortuna de conocer a Jesús Verdejo, el señor del fútbol, el señor del Almería. El señor del fútbolUn caballero que tenía amigos en todos los campos de España cuando viajaba con el Almería, con su Almería porque don Jesús era muy almeriense y presumía de serlo.

Era grande, muy grande por dentro y por fuera. Un genio, una persona que derramaba educación allá por donde iba con el Almería. Haciendo historia, llegó al Consejo de Administración del Almería en 2002 cuando Manolo García accedió a la presidencia del club rojiblanco. Poco después Alfonso García se hacía con la mayoría de las acciones del Almería y asumía la propiedad de la entidad rojiblanca proclamándose también presidente del Almería.

Jesús Verdejo se mantuvo en su organigrama organizativo. Durante muchos años fue el consejero del primer equipo coincidiendo con el primer ascenso del club a la máxima categoría del fútbol nacional. Era una persona entrañable, querida y respetada por aquellos futbolistas que lo veían casi como un padre. Una persona fielDon Jesús era como de otra pasta, era tan especial que se hacía querer cuando lo conocías de verdad, cuando uno tenía la suerte de colocarse en aquel corazón tan grande, tan buena gente.

Dejó un hueco muy grande en el Almería desde que nos dejara para siempre en noviembre de 2020. Don Jesús ya no asistía por entonces al palco del Estadio de los Juegos Mediterráneos, pero no se perdía un partido de su Almería, desde el sillón, disfrutando con las victorias y lamentando las derrotas, pero ahí estaba, con el equipo de su tierra.

Entró en el Almería como Unión el día de su fundación; era socio de los dos Almería: del CF y del Poli, pero sobre todo era almeriense, muy almeriense. Este es el primer Memorial de muchos para recordar a un grande del fútbol.