Periana (Málaga) le arroja 40.000 kilos de trigo a San Isidro para que llueva
La tradición- única en el mundo- se remonta a 1760 y establece que cada vecino le ofrezca al santo desde su balcón una parte proporcional de su cosecha o su peso en este cereal
"La tradición es única en el mundo" J M Camacho, Hermandad San Isidro( Periana)
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Málaga
Los vecinos del municipio malagueño de Periana, en la comarca de la Axarquía, a unos 50 kilómetros de la capital, reviven este lunes - 15 de mayo- su tradición más arraigada: entregar a San Isidro - patrón de los agricultores- su peso en trigo o una parte proporcional de su cosecha "para que proteja los cultivos y favorezca la siguiente campaña. Y este año la preocupación por la sequía es evidente. El campo necesita agua y será nuestra principal rogativa" explica en una entrevista concedida a SER Málaga, José María Camacho, hermano mayor de la Hermandad de San Isidro de Periana
La tradición "ha ido año tras año a más. Y son muchos los que acumula, por que su origen se remonta al siglo XVIII."
Este lunes "calculamos que más de 40.000 kilos de trigo caerán desde los balcones durante una procesión, que pese a tener un recorrido de algo más de un kilómetro, se prolonga más de doce horas. Es un dato que da idea de la envergadura de la devoción que acoge"
Hasta una tonelada de trigo desde el balcón
La figura del santo, adornada con espigas y claveles, preside el cortejo, que se detiene en cada vivienda ( un mantón de Manila o una sábana en el balcón, es la señal de que desea hacer la ofrenda y allí permanece "entre quince minutos y una hora y cuarto, dependiendo del trigo que esparza cada familia" que puede alcanzar hasta una tonelada por casa, en función de los miembros de la familia
El trigo cae a sus pies y allí hay un canal que permite a los mayordomos recogerlo en sacos
El trono se eleva sobre un contenedor de unos 500 kilos de capacidad y "cuando está lleno se abren las compuertas y se vierte el trigo en sacos, que se quedan apilados detrás de la procesión. Posteriormente se vende y se destina a causas solidarias. Este año, el dinero que se consiga por el cereal se donará a Ucrania y a familias golpeadas por la subida de los precios"
Esta tradición comenzó "cuando los labradores quisieron agradecer a San Isidro la cosecha obtenida, pero los años han pasado y, aunque ahora ya no se cultiva el trigo en esta zona, los vecinos- y cada vez más devotos de fuera del pueblo- lo compran para ofrecérselo"