Maternidad, crianza, etcétera
La firma de opinión de Auxiliadora Cabanás
Maternidad, crianza, etcétera. La firma de Auxiliadora Cabanás
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Córdoba
El Estado Español dispone de una licencia maternal congelada desde 1989. Carece de una ley que regule la monoparentalidad y de una prestación universal por menor a cargo para paliar la pobreza infantil. España es una rara avis en la Unión Europea, en el mal sentido del término, que suple las carencias del supuesto estado de bienestar sobrecargando a las familias. Algo que repercute en gran medida sobre las mujeres, estadísticamente principales sostenedoras de la casa y de los cuidados, tanto de personas mayores como de menores.
El movimiento feminista ha logrado derechos reproductivos (planificación familiar), sociales (divorcio, la independencia económica). En paralelo, y junto con la precariedad laboral se ha retrasado la edad de la maternidad, generalmente muy deseada cuando finalmente llega. La edad media del primer hijo se sitúa en torno a 31,2 años, según el Instituto Nacional de Estadística, sólo por detrás de Italia que está en 31,3.
Tener una criatura puede ser algo maravilloso, pero ser madre es complicado. Añade responsabilidades, preocupaciones y quehaceres, empuja al interior del hogar y te destierra al parque infantil. La maternidad también despierta la conciencia sobre procesos biológicos habitualmente invisibilizados: el parto, el puerperio y la primera etapa de la crianza son experiencias a las que se sobrevive dopada de hormonas. Al final de la crianza, que las criaturas sobrevivan sin que ningún coche las haya atropellado al cruzar la calle y que sean personas adultas mas o menos funcionales es motivo de orgullo para cualquiera.
Los servicios públicos no ofrecen ayuda sistemática y universal a las recién paridas para rehabilitar el suelo pélvico como ocurre, por ejemplo, en Francia. Se considera que tener escapes al estornudar, saltar o reír es una consecuencia que hay que asumir, o que las recién paridas deben abonar las sesiones de fisioterapia de su bolsillo. Pero la incontinencia urinaria, y la fecal, en el caso de los desgarros más severos, no es un proceso biológico natural de la maternidad, sino que, en muchos casos, está ligada a complicaciones a largo plazo que generan las episiotomías.
Algo habrá que hacer.