Elecciones vs realidad

Córdoba

Confieso que cuando llegan las elecciones, sean del tipo que sean, me aíslo de la política. Cambio de emisora en el coche, zapeo con la televisión, evito los periódicos nacionales y leo con más atención los extranjeros. Y es que, si la política nacional es patética, cuando llegan las elecciones, cualquier elección, es obscena por lo alejada de la realidad.

Y lo es, porque lo que dicen los políticos, especialmente los grandes líderes nacionales, nada tiene que ver con los problemas reales de la ciudadanía.

Y es que el primer problema de la ciudadanía es que, en España, hay una tasa de paro de casi el 14% (el doble que la europea) que supone que hay 3.100.000 de personas paradas, con más de 1 millón de hogares con todos sus miembros en paro.

Si a eso le sumamos, que la inflación está en el 4,1%, que venimos de inflación del 10% y que los salarios no han subido más del 3%, el deterioro de rentas de las familias medias es más del 8%. Y si a esto le añadimos la subida impositiva que, de forma taimada sufrimos, no entiendo que el debate sea tan superficial, ni que las medidas que nos proponen unos y otros sean más ayudas, más subvenciones, más paguitas “a la argentina”.

Cuando llega este tiempo de elecciones, casi me aíslo y salgo poco, porque no quiero ver cómo en las barriadas pobres siguen los mismos problemas enquistados, mientras nuestros políticos, juegan en una realidad paralela de las redes y los medios.

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Decía Lennon “Life is what happens when you´re busy working other plans”, que la vida es lo que pasa mientras estás ocupado con otros planes.

En elecciones se puede decir que la realidad es lo que pasa mientras nuestros políticos se pelean en las redes.