Un guardia civil de Villamanrique, entre los 13 detenidos en una operación antidroga en la provincia de Sevilla
Se han realizado registros además en las localidades de Pilas, Coria del Río e Isla Mayor
Sevilla
Un agente de la Guardia Civil se encuentra entre los 13 detenidos este miércoles en una operación contra el tráfico de droga que se desarrolló en Villamanrique de la Condesa, Pilas, Coria del Río e Isla Mayor. El agente detenido está destinado en el cuartel de Villamanrique de la Condesa, donde tiene también su vivienda, y en cuyo calabozo está custodiado por sus compañeros a la espera de pasar a disposición judicial.
En esta operación, de la que han trascendido pocos datos y que ayer adelantó Radio Sevilla, se han efectuado 13 detenciones y se han realizado 13 registros en viviendas.
En el dispositivo han participado 150 agentes del Grupo de Acción Rápida (GAR), los Grupos de Reserva y Seguridad o GRS de la Guardia Civil, la unidad de seguridad ciudadana y la unidad de investigación que se ha hecho cargo del caso. La operación comenzaba a primera hora de la mañana del miércoles, ha permitido desmantelar un grupo de narcotraficantes.
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Operación Falcón
Esta operación en localidades del Aljarafe sevillano y de la ribera del Guadalquivir, coincidía con otra que conocíamos ayer, y que ha permitido desmantelar a un grupo organizado que introducía droga desde el río.
La Guardia Civil ha desmantelado una organización criminal ubicada en Lebrija (Sevilla) con la detención de 16 personas y la incautación de cuatro toneladas y media de hachís y 30.000 euros en efectivo. La operación Falcón se iniciaba en septiembre de 2022 cuando fue detectado un grupo dedicado al desembarco y acopio de grandes partidas de hachís para, posteriormente, distribuirlas por diferentes zonas del territorio nacional y europeo
En una nota de prensa, el Instituto Armado ha detallado este miércoles que para introducir dicha sustancia en España utilizaban como vía de acceso la ribera del Guadalquivir, alijando la mercancía en las marismas de Lebrija, teniendo como epicentro de la actividad delictiva a este municipio sevillano.
Con el avance de las investigaciones, los agentes pudieron comprobar cómo la organización tenía "claramente definida" su infraestructura para realizar el alijo de la sustancia, disponiendo de vehículos todoterreno provistos de remolques de grandes dimensiones con los cuales poder moverse "sin incidencias" por el terreno abrupto de la zona de la ribera.
También disponía de un grupo de personas en el que unas se encargaban de realizar las labores de vigilancia para detectar la posible presencia de las fuerzas y cuerpos policiales y otras eran las encargadas de alijar los fardos para transportarlos a una finca próxima que usaban como 'guardería', la cual era propiedad de uno de los cabecillas de la organización.